El Gobierno de Venezuela inició en abril el proceso de salida de la OEA al considerar que este organismo ejerce "intervencionismo" en los asuntos internos de este país.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, denunció el pasado miércoles una situación de "violación del orden constitucional" en Venezuela en su tercer informe sobre la crisis de este país.
Almagro ya había denunciado una "alteración del orden constitucional" en su primer informe de junio de 2016 y una "ruptura del orden democrático" en abril de 2017. "La situación en el país, ya de por sí desesperada, ha seguido sufriendo un deterioro calamitoso", afirma en el informe el excanciller uruguayo, quien asegura que el Gobierno de Nicolás Maduro responde con "terror y violencia" a las movilizaciones opositoras.
"Esa violencia -sigue- no es fruto del azar. Las medidas adoptadas por el Gobierno son deliberadas. Aplican una estrategia bien pensada y metódica". Almagro, quien desde que llegó a la Secretaria General de la OEA mantiene un enfrentamiento con Maduro, acusó al Gobierno venezolano de planear "una política que todos los días se cobra una o dos víctimas mortales entre los manifestantes". Unas acciones que, aseguró Almagro, van dirigidas contra población "desarmada".
"La audacia del régimen y la ferocidad de las tácticas empleadas se acentúan. Cada día que pasa no cesa de aumentar el número de ciudadanos heridos o arrestados. Sigue creciendo el número de muertos", agregó.
Este informe llega días después de que la oposición organizara una consulta en la que, según ellos, participaron cerca de 7,5 millones de venezolanos para rechazar la formación de una Asamblea Nacional Constituyente promovida por el Gobierno y cuyo proceso electoral está convocado para el 30 de julio.
Llega también después de que la división en el seno de la OEA impidiera aprobar en junio una declaración sobre Venezuela durante la Asamblea General del organismo celebrada en México.