Durante la dictadura, según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del estado, de los que 1.192 aún figuran como detenidos desaparecidos.
En un homenaje al presidente Salvador Allende y a los demás caídos hace 44 años durante el golpe militar y posterior dictadura que encabezó Augusto Pinochet, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció que dará urgencia a la tramitación de una ley que permita levantar el secreto de los testimonios prestados ante la Comisión Valech, que documentó las torturas que sufrieron miles de chilenos hace casi medio siglo.
"Esta semana dotaremos de discusión inmediata el proyecto que levanta el secreto sobre antecedentes aportados a la Comisión Valech para que esa información se pueda entregar a los tribunales a fin de avanzar en procesos", dijo la mandataria.
La Comisión Valech, constituida en el Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006) estableció, con base en testimonios de víctimas, victimarios y testigos, que unos 33.000 chilenos fueron torturados y encarcelados por causas políticas durante la dictadura (1973-1990), pero determinó un secreto de 50 años sobre su contenido.
Esto ha impedido que las víctimas puedan aportar antecedentes cuando recurren a la justicia en busca de alguna reparación del estado por el daño sufrido.
La urgencia del proyecto permitirá además "avanzar en procesos que pueden estar detenidos y contribuir concretamente a la verdad, justicia y reparación" para las víctimas y sus familiares".
"Queridos compatriotas, he sido la primera en decir que el odio no puede ni debe conducir a Chile, y he actuado siempre en consecuencia", dijo Bachelet, quien en dictadura fue detenida y torturada junto a su madre.
"Pero con esa misma claridad quiero decir que no voy a permitir que se pretenda hacer ver el legítimo anhelo de justicia y de reparación de miles de familias en Chile como revanchismo", remarcó.
"Quienes no respetan la diversidad de miradas y persisten en la intolerancia, no contribuyen", ultimó la presidenta de Chile durante el acto al que asistieron familiares de Salvador Allende, parlamentarios y algunos de los candidatos presidenciales.