Los otros seis capturados, supuestos pertenecientes a la estructura criminal la oficina, tampoco aceptaron las faltas atribuidas en su contra.
Sebastián Murillo Echeverry, presunto cabecilla de la estructura delincuencial conocida como la oficina, alias lindolfo, no aceptó este viernes los cuatro cargos que le imputó la Fiscalía por concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, ocultamiento de materiales probatorios y tráfico o porte ilegal de armas de fuego.
Según la fiscal 65, adscrita a la Dirección contra la Criminalidad Organizada, los cargos fueron originados por la extorsión perpetrada a una pareja de exesposos por un monto de $1.900 millones. También, por la detención de un vehículo que aparentemente pretendía llevar armamento de la organización criminal hacia Cartagena de Indias.
Asimismo, la Fiscalía expuso interceptaciones de llamadas entre alias lindolfo y su socio, el también capturado Martín Fernando Tamayo Cano, alias mao, en las que presuntamente se coordinó el homicidio de José Ocampo Obando, un exsocio del cartel de Medellín apodado pelusa y cuya muerte fue registrada el 22 de abril de 2017.
Dos días después de propinar el golpe en contra de alias pelusa, de acuerdo con las investigaciones del ente acusador, el tirador encargado de la ejecución fue hallado sin vida en un apartamento ubicado en el municipio de Envigado.
Ninguno de los siete capturados esta semana, supuestos pertenecientes a la oficina, aceptaron los cargos imputados por la Fiscalía durante la respectiva audiencia. Este sábado continuará la audiencia de medida de aseguramiento, en la que intervendrá la defensa y se definirá si van o no a la cárcel.