A través de un evento comercial siete empresas hibridadoras se unieron para la proyección internacional de esta variedad, que es una de las más importantes en el renglón de exportación.
El crisantemo, una flor caracterizada por su amplia gama de colores, tamaños y texturas, la hacen protagonista de diversas alternativas decorativas para reuniones sociales y arreglos para ocasiones especiales.
Por eso, a finales de agosto, se celebró con un evento su semana, con la exposición de siete empresas hibridadoras, que le mostraron a los productores diferentes especies obtenidas de material vegetal con altos procesos de selección.
Deliflor, Dummen Orange, Danziger, Icon Selections, Floritec, Dekker y Royal Van Zanten fueron las empresas que se unieron para presentar las nuevas variedades de crisantemos desarrolladas en suelo colombiano.
Respecto a esta celebración, el presidente de la Asociación Colombiana de Productores de Flores, Asocolflores, Augusto Solano, destacó que “la unión de los productores localizados en Antioquia para promocionar las nuevas variedades y diseños del crisantemo ante el mercado internacional, principalmente el de Norteamérica, abre una puerta muy importante para fortalecer e incrementar las exportaciones de esta flor que, en 2018, registró ventas a Estados Unidos por más de US$196 millones y de más de US$172 millones al Reino Unido”.
12% del total de exportación de flores es de la variedad crisantemo. Fotos: Milena Ayala
La directora floral de la Asociación de Supermercados de Estados Unidos, Produce Marketing Association, representantes de cadenas de supermercados de Iowa, Texas y La Florida más la presencia de productores, importadores, mayoristas y minoristas nacionales e internacionales, hicieron de este evento la oportunidad de proyección comercial para el crisantemo.
La empresa hibridadora Dazinger importa el material vegetal con ciertas variedades y se las vende a los productores en Colombia. El hibridador es el que elabora el material vegetal, le hace sus modificaciones para el medio y lo vende a las fincas productoras, quienes deben pagar unas regalías para hacer la propagación del material vegetal para que este, posteriormente, realice la siembra, cosecha, postcosecha, el corte y la comercialización.
“Los cruces sexuales son en Israel, porque allí es nuestra casa matriz. De allá nos mandan las variedades que obtienen para evaluarlas acá en el país. Las plantamos y observamos que tengan unas características adecuadas para el mercado. Las variedades que continúan las incrementamos y empezamos a invitar a nuestros clientes, que son los dueños de las fincas exportadoras de flores de Colombia, para que miren los ejemplares acá. Esto es una vitrina, como en un supermercado. Vienen se antojan y una vez seleccionan lo que les gusta, se les envía el material de propagación”, explicó Diego Andrés Cardona, ingeniero agrónomo y administrador de la finca Danziger Colombia.
Diego Andrés Cardona, ingeniero agrónomo y administrador de la finca Danziger Colombia.
En esta finca se puede observar cultivos hidropónicos automatizados, bajo condiciones controladas de temperatura y riego, que permiten garantizar a los productores una semilla en altas condiciones de calidad para su propagación.
En la Semana del Crisantemo, Danziger para su exposición, dividió en personalidades las variedades de crisantemos exhibidas. Las tradicionales las llamaron doña Judith, que son las que toda la vida han sembrado las fincas. Son de colores como blanco, amarillo, rojo. Otras se llamaron Megan, que personifica a la joven que empieza a cambiar un poco. Allí están las variedades más pequeñas, de colores nuevos, bicolores. Por último, está Zoe, que es la millennial y refleja las que son de colores llamativos y alegres.
Según Solano, dicha semana de celebración le permitió a los hibridadores nacionales presentar ante el mundo las nuevas variedades de esta especie y a los visitantes conocer de primera mano su proceso de producción y las diferentes acciones que, en materia de sostenibilidad ambiental, social y económica, posicionan al mercado colombiano de las flores frente al mundo.
Marcos Alberto Ossa, director en Antioquia de Asocolflores.
De acuerdo con Marcos Alberto Ossa, director en Antioquia de Asocolflores, en el Departamento se produce el 27% de la producción nacional, gran parte de esta se compone de crisantemos, pompones y hortensias.
“El sector floricultor es importante porque somos los mayores empleadores por hectárea en el sector agrícola: 15.5 empleos directos por hectárea. En Antioquia se está generando alrededor de 16 mil empleos directos y 2.500 indirectos. Esto hace que, de la floricultura y específicamente en el oriente antioqueño, dependan más de 60 mil personas”, dijo.
Además, agregó que “municipios como La Ceja, Rionegro, Marinilla y El Carmen del Viboral son los lugares donde están asentados los cultivos de flores con un nivel de exportación importante, cerca de U$300 millones anuales. Este es un sector que le apuesta a los temas de innovación, reconversión tecnológica, logística e inteligencia de mercados”.
De las 7.765 hectáreas sembradas con flores de exportación en Colombia, los crisantemos ocupan el 12%, es decir más de 919 hectáreas, de las cuales cerca de la mitad se encuentran en Antioquia. Durante 2018 Colombia registró la exportación de 41.551 toneladas de este tipo de flor, de las cuales 10.393 toneladas se enviaron por vía marítima y 31.158 toneladas por vía aérea.
Colombia se sigue posicionando en los 89 países donde tiene presencia con este producto. Además, cabe destacar, que el país es el primer exportador mundial de claveles y el segundo productor en el mundo. El 75% de la producción se exporta al mercado norteamericano y el otro 25% se va a países de Europa, Asia y Medio Oriente. La flor colombiana es apetecida por su textura, robustez y duración en florero. Se ha incursionado en el transporte naviero para llegar a Australia, Europa y Estados Unidos.