Los países miembros de la Alianza del Pacífico se reunieron en Medellín para discutir el desarrollo de la pequeña minería y la minería artesanal; renglón de la economía relevante en todos los países miembros de esta alianza ( Colombia, Chile, México y Perú).  El encuentro, denominado II Diálogo Público-Privado para el desarrollo de la pequeña minería en la Alianza del Pacífico, congregó a representantes de los gobiernos, pequeños mineros, representantes del sector privado y académicos  de los cuatro países miembros de la Alianza del Pacífico.

El viceministro de Minas, Carlos Cante, lideró a la delegación colombiana participante en el encuentro y señaló que espacios de este tipo se propician con el ánimo de generar diálogos en los que se socialicen las oportunidades y desafíos del sector minero con el fin de garantizar el adecuado aporte de este sector al desarrollo económico de los países participantes de la discusión.

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Durante el encuentro, además, se llevó a cabo la V Reunión del Grupo Técnico de Desarrollo Minero, Responsabilidad Social y Sustentabilidad de la Alianza del Pacífico; Cante resaltó que “este encuentro permite la construcción de unos modelos de desarrollo entre la pequeña minería y la gran minería para avanzar en herramientas que permitan la formalización de la pequeña minería en los países. Uno a veces cree que el problema con el manejo de la minería artesanal o la minería informal es únicamente de Colombia pero en este tipo de encuentros identificamos similitudes, por ejemplo con Perú que tiene Madre de Dios que es una zona muy similar al Nordeste y el Bajo Cauca antioqueños. Entonces, hemos ido ensayando una serie de herramientas que nos permitan avanzar en la formalidad y Perú lo ha venido haciendo en esa dinámica pero entendemos que no hay un modelo único y el intercambio de experiencias nos permite tomar cosas buenas de lo que se ha hecho en cada uno de los países”.

Cante destacó en el encuentro el caso de la pequeña minería en El Bagre. Una experiencia de “cómo sí se pueden hacer bien las cosas. El proyecto se inició en el 2012 y después de un tiempo una gran empresa minera cedió un predio de 127 hectáreas y los pequeños mineros empezaron a trabajar con la Gobernación de Antioquia y el Gobierno nacional para llegar, luego de seis meses trabajando en la formalidad, a eliminar el uso del mercurio en el proceso productivo. Eso es lo que cuentan los pequeños mineros y a nosotros nos hace sentir muy bien”, concluyó el funcionario.