La invisibilidad como violación a los derechos de la infancia y enfrentarse a la ola de mensajes negativos en redes y medios de comunicación, son dos alertas de los expertos para los niños, niñas y adolescentes en la región latinoamericana.
La organización Tejiendo Redes Infancia emitió una alerta acerca del riesgo de invisibilidad y violaciones a los derechos de la infancia que se están cometiendo frente a la pandemia del covid-19 en los países latinoamericanos.
El principal argumento de la misma es que a las autoridades les está faltando una articulación más efectiva y una participación más directa de las instituciones de protección de la infancia ante las medidas tomadas para enfrentar la crisis de la pandemia.
El propósito es poder asegurar que todas las autoridades tengan la adecuada visión de lo que representa el covid-19, los efectos de las medidas y la participación de los NNA en ese contexto.
Para Juan Martín Pérez García, director Ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y secretario Ejecutivo de la Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de los Niños, Niñas y Adolescentes, el dejar fuera a las instituciones vinculadas o especializadas en la infancia ya en sí mismo es un problema grave, que representa una invisibilidad, una violación a la integridad de esta misma población.
En sus palabras, preocupa que en la región aún no se conoce de alguna herramienta pedagógica que enseñe a los niños sobre riesgos, prevención y consecuencias de la pandemia del covid-19, y que sea especializada, tenga lenguaje adecuado, haya sido creada por expertos en niñez, “esa es para una omisión que evidencia la violación de los NNA en tiempos de emergencia social en todo el mundo”, declaró.
La organización Tejiendo Redes Infancia tiene conocimiento que La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Niñez ha estado evaluando las crisis en cada país de manera que la pandemia no sea un pretexto para que gobiernos antidemocráticos ejerzan violaciones en este sentido.
En ese sentido, es necesario hacer visibles a los grupos altamente excluidos de la niñez, como niños con discapacidad, los que están en las calles, los que viven en albergues y que están sin cuidados parentales, una población que claramente presentan una dificultad mayor durante el tiempo de la cuarentena. Ello además considerando que “en la región al menos el 40% de los NNA no tienen cobertura sanitaria total y pertinente”, expresó Pérez García.
Cabe destacar que el 30% de la población en Latinoamérica corresponde a niños, niñas y adolescentes, NNA, y más de la mitad está en situaciones de pobreza.
Otro de los riesgos a los que se está enfrentando la niñez es a la ola de mensajes negativos que rondan en sus redes sociales y en algunos medios de comunicación.
Un trabajo de corresponsabilidad al interior de las familias en tiempos del aislamiento social como medida para enfrentar la pandemia del covid-19 es el fomento de mensajes positivos y alentadores para los niños, niñas y adolescentes en este tiempo.
Esmeralda Arosemena, expresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) y relatora sobre los Derechos de la Niñez, expresó que los padres de familia y cuidadores de los NNA se deben poner en la posición de sus menores a cargo. “No está mal preguntarles constantemente cómo te sientes, qué piensas, y manifestarles su apoyo y sentido protección para ellos”.
Lo anterior en relación a que los NNA pueden tomar el aislamiento como un encierro y como si fuese un castigo. En tanto la presión que los niños podrían estar sintiendo les podría originar pensamientos suicidad o tipos de trastornos depresivos en los tiempos de la cuarentena.
“El aislamiento, sin duda, representa una experiencia muy dura para los niños y los adolescentes, de ahí la importancia en el trabajo contra la frustración por lo mismo al interior del hogar”, reiteró la experta.
También, ella considero pertinente la intervención de la escuela para hacerles más amenos los tiempos en casa a los niños, “con tareas más lúdicas que de enseñanzas duras, a través de la internet y de otros medios de comunicación que acompañen de forma adecuada la estadía en casa de los estudiantes”, dijo.
Y añadió: “Yo creo que los educadores se deben acercar más a herramientas que hagan el aprendizaje más ameno, más lúdico, menos pragmático y más práctico”.