Uno de los interesantes temas de aprender y compartir en este confinamiento, es el tema de la cocina. Al estar la familia reunida bajo el mismo techo hay que pensar en qué comer. Y como para empezar es el desayuno.
- Uno de los cocinero y decimos cocinero porque a él le gusta más que le digan “cocinero” que chef. Álvaro Molina, es una reliquia y aquí otra explicación con la palabra “reliquia” que es una figura perfecta de aquello que guarda recuerdos, aquello que en una época fue. Él es el hombre que orgullosamente dice “yo soy montañero” y de aquí que sea ese hombre con la pasión por la cocina, pero por la cocina antioqueña. En su cabeza tiene el más admirable recetario de la cocina antioqueña, con la historia incluida de su origen. Por ejemplo él es un experto en el “cerdo” fue quien se inventó el “Chicharrón con liposucción” y sabe de su historia desde aquellos años, hace más de 600
Hablamos con él para que nos diera una rica receta para desayunar, porque la verdad es que a estas horas de cuarentena que ya van para “cincuentena”, el recetario de mamá, el de la abuela y el propio de autor ya se va agotando y tanto el marido como los niños nos están diciendo con la carita larga: “mami cuál es el desayuno”…. Y a la larga el desayuno, y la media mañana, y el almuerzo, y el algo y vámonos a dormir con aguadepanela. ¿Y por qué no? Si la panela igual que nuestro apreciado café, es productos de orgullo nacional.
- Álvaro de inmediato nos dijo que el desayuno perfecto para esta cuarentena son “las migas de arepa”. Sencilla, deliciosa y antigua receta de la cocina del oriente antioqueño. Y me pareció más que perfecta, además, porque en estos momentos no podemos permitir que nada de lo que tengamos en la nevera se nos dañe. Porque con el miedo de salir muchas familias compraron cantidades de cosas y se han tenido que votar a la basura. Imposible.
- La receta es sencilla: Migas de arepas blancas. Se cogen las arepas blancas y se ponen a tostar un poquito nada más, aparte va a picar cebolla larga verde o cebolla junca que llaman. En el sartén vamos a poner mantequilla, claro que el ideal para Álvaro es hacerlas con la “manteca de marrano” como él mismo dice, ya que este toque le van a dar un rico sabor. Aparte se baten los huevos. Las arepas las troceamos en pedacitos y vamos a mezclar todo en la sartén…la cebolla, la arepa y los huevos. Revolvemos todo y compartimos a la mesa con la familia.
- Un desayuno fácil, económico y muy típico. Claro que su creatividad en estos momentos puede hacer maravillas con esta receta porque usted le puede aumentar unos chicharroncitos bien tostados. Esta receta, también la puede hacer con migas de arepa de chócolo.
- Otra sencilla receta de Álvaro Molina, son las famosas torticas de chócolo, que son perfectas a cualquier hora del día. Se compran las mazorcas de maíz niño o maíz tierno, se desgrana, se muelen con cebolla junca. Tranquila que si no tiene molino porque ya este artefacto tan maravilloso es pieza de museo, puede poner los granos de maíz y la cebolla en trocitos en la licuadora. Le va a salir como una colada y la puede ayudar con un tris de harina de maíz. Él le pone el secreto de un poquito de Trigisar. Con la cuchara va echando a la sarten donde las va a freír en aceite bien caliente. Una cucharada es una tortica. Son una delicia con quesito. Nada más rico para este confinamiento, una receta que se puede hacer en familia. Desde la época de las tatarabuelas.
- Por cierto, nuestro cocinero Álvaro Molina es de los que en estos momentos está sufriendo el tema de restaurante cerrado. Está en su casa trabajando con su hijo Miguel de diez años. Y al preguntarle como la estaba pasando nos dijo:
“Yo siempre busco el lado bueno de las cosas y esto me permite estar y trabajar en casa con mi hijo los domicilios, me encanta la cocina y eso hago”
- Nuestra revista Mundo Cocina ha sido siempre por filosofía, una respetuosa publicación de seguir, investigar, difundir y compartir, las tradiciones de la cocina antioqueña.