El día anterior a la masacre un policía había muerto en la misma región.
Siete personas fueron asesinadas a tiros en la madrugada de este sábado en Sao Gonçalo, uno de los municipios del área metropolitana de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, en un homicidio múltiple que los familiares de las víctimas atribuyeron a policías encapuchados.
Según los relatos que los familiares han hecho a la prensa, las víctimas estaban participando en un baile funk en la madrugada de este sábado en una favela de Sao Gonçalo cuando agentes de la Coordinación de Recursos Especiales (Core) de la Policía Civil invadieron la fiesta y tirotearon a algunos de los asistentes.
Los denunciantes agregaron que los homicidas estaban encapuchados y sin uniformes pero llegaron hasta el lugar del baile en dos vehículos blindados con insignias del Core.
La dirección de la Policía de Río de Janeiro confirmó los asesinatos pero hasta ahora no ha confirmado ni desmentido si fue ordenada alguna operación en la barriada en la que ocurrió el crimen.
La investigación del múltiple homicidio, además, fue perjudicada por otros agentes de la Policía Civil que recogieron los cuerpos de las víctimas en un blindado de la corporación y los condujeron hasta el Instituto de Medicina Legal sin esperar que los detectives realizaran las pericias necesarias en el lugar del crimen.
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La matanza, además, se produjo un día después de que un agente de policial fuera asesinado a tiros en la región.
Los hechos ocurrieron en Marinho, una de las barriadas pobres que forman parte del complejo de favelas de Salgueiro, en el centro de Sao Gonçalo, el segundo mayor municipio de la región metropolitana de Río de Janeiro y que se ha convertido en uno de los más violentos del país.
Las favelas de Sao Gonçalo fueron precisamente el blanco de una ostentosa operación que miembros del Ejército y de la Policía Militarizada, apoyados con barcos de la Marina de Guerra, realizaron al comienzo de esta semana contra las bandas de narcotraficantes que actúan en el complejo de Salgueiro.
Los cerca de 3.500 militares y policías que participaron en la operación establecieron un cerco alrededor de la región de favelas con la ayuda de 24 vehículos blindados y de 18 embarcaciones de la Marina antes de ingresar a las barriadas para cumplir detenciones y allanamientos ordenados por la Justicia.
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Las autoridades identifican algunos barrios de Sao Gonçalo como uno de los puntos más activos del narcotráfico en todo Río de Janeiro.
Las Fueras Armadas han realizado otras operaciones en las últimas semanas en varias favelas de Río de Janeiro en operaciones destinadas a combatir la inusitada ola de violencia que esta ciudad sufre desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016.
La crisis de seguridad en la región obligó al Gobierno del presidente Michel Temer a enviar 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad en Río de Janeiro, con la perspectiva de que permanezcan allí hasta finales de 2018.
En lo que va de año, según asociaciones de la sociedad civil, en todo el estado de Río de Janeiro, cuya población se concentra mayoritariamente en la capital homónima, se han registrado unas 4.000 muertes en actos de violencia, entre las víctimas hay más de cien policías asesinados.