Abás elimina a la disidencia en el congreso de Al Fatah
El séptimo congreso del movimiento Al Fatah estará marcado por la ausencia de los principales rivales del presidente palestino, Mahmud Abás, con lo que se “profundiza la división interna”.
El presidente palestino, Mahmud Abás, trata de reducir la disidencia en su partido y la creciente influencia de su rival, Mohamed Dahlan, con un congreso del movimiento Al Fatah en el que se espera elegir a un vicepresidente y del que ha excluido a las voces discrepantes.
El movimiento nacionalista palestino celebrará hoy su primer congreso desde 2009, en medio de un clima de tensión interna sin precedentes desde que Abás sustituyó en 2006 al histórico Yaser Arafat al frente de Al Fatah, de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Cuestionado tanto en la calle como dentro del partido, Abás pretende con este séptimo congreso, que se celebrará en el palacio presidencial de Ramala (la Muqata) durante cuatro días, cerrar el paso a su principal rival, Dahlan, expulsado del movimiento y huido de Cisjordania en 2011 y cuya influencia ante los países árabes ha crecido exponencialmente.
El objetivo declarado es “unificar el partido”, aunque no son pocos los que le echan en cara haber dejado fuera a los que apoyan a Dahlan o, como Abás los denomina, los “mutayanihin” o “aquellos que han cambiado sus lealtades”.
El líder palestino, de 82 años y quien sufrió recientemente un leve problema cardiaco, no ha mostrado intención de designar públicamente un sucesor, mientras crece la exigencia popular de separar las presidencias palestinas y no acumular todo el poder en una sola persona.
“En los últimos años, Al Fatah ha expulsado a cientos de miembros”, explicó Yihad Tumalyeh, diputado palestino y uno de los excluidos del congreso, tras haber convocado hace unas semanas una reunión de militantes que discrepan con Abás en el campo de refugiados de Al Amari (a las afueras de Ramala), que fue interrumpida por las fuerzas de seguridad palestinas.
Según Tumalyeh, con carné de Al Fatah desde los 17 años, los expulsados tienen gran peso porque muchos son líderes relevantes que, como él, arrastraron miles de votos detrás para llegar a sus posiciones.
Abás, opina, utilizará el congreso para “confirmar las expulsiones y elegir nuevos miembros para el Comité Central y el Consejo Revolucionario” que le sean leales.
No es el único que cree que la reunión servirá para “profundizar la división interna” que, según diversos analistas, podría incluso derivar en una escisión del histórico partido palestino, miembro de la Internacional Socialista.
“En Al Fatah hay sitio para todas las opiniones, pero este congreso tendrá sólo a las leales a los líderes. Queremos un congreso que incluya a todos y fortalezca la moral democrática en el movimiento y la aceptación de críticas”, dijo.