Con la implementación de los valores y los códigos de la integralidad, con el fortalecimiento de la gestión fiscal, con una labor transparente, de justicia y compromiso, y con la mejor y austera utilización de los recursos, se rescatará y mejorará la lesionada imagen de la Contraloría General de Antioquia, CGA.

Estos son los principales componentes de la acción y de la estrategia que ya comenzó a desarrollar la nueva contralora de Antioquia, Elsa Yazmín González Vega, tendiente a recuperar el prestigio de este ente de control, que en sus 88 años de existencia ha sido considerada una de las principales contralorías territoriales de Colombia.

El énfasis en la aplicación de los principales postulados de la integralidad por parte del personal será de tal importancia, que ya el cuerpo directivo de la Contraloría seleccionó como lema para la gestión en los dos próximos años el de “Integridad y Compromiso”.

Estos dos conceptos serán los que regirán el espíritu central del Plan Estratégico para el 2020 y 2021 y que está siendo construido.

Los contralores departamentales y municipales que recientemente fueron elegidos por las asambleas regionales y los cabildos municipales tendrán una vigencia transitoria de dos años, pero el periodo de los próximos volverá a ser de cuatro años, pero con una elección separada a la posesión de los mandatarios territoriales, precisamente a quienes debe vigilar.

La contralora González Vega con motivo de la reciente celebración del Día del Periodista invitó a la prensa antioqueña a un tributo a la labor de los periodistas, que luego derivó en un diálogo sobre la actual situación del control fiscal en Antioquia.

Para avanzar hacia una gesta transparente de la CGA será fundamental el apoyo y el trabajo conjunto con las oficinas de control interno de las entidades objeto de control en la región y el nuevo roll en la realización del Plan Anual de Auditorías.

En el campo de las auditorias la contralora impartió estrictas directrices para garantizar su limpieza y evitar el alto riesgo de contaminación en los encargados de los entes vigilados o auditados.

Es así como se emplearán previamente balotas para sortear la conformación de los grupos o comisiones de auditores y si un funcionario le correspondió regresar a un municipio donde ya había adelantado la tarea de fiscalización, pues se le cambiará de destino.

“Se evitarán el amiguismo y las suspicacias en la labor auditora”, enfatizó la jefe fiscal de Antioquia.

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Las veedurías

También la funcionaria anunció que se vigorizarán las áreas de responsabilidad fiscal y las veedurías ciudadanas.

En el primer campo ya se trabaja en fallar cuanto antes 40 procesos fiscales del 2015 y que están a punto de prescribir.

Entre tanto, el control social en lo fiscal y que se lleva a cabo a través de las veedurías ciudadanas volverá a tener notoriedad en el plan estratégico de la entidad.

Como la justicia tumbó la figura de los contralores estudiantiles, puesto que las asambleas departamentales y los concejos municipales no eran competentes para crearla, entonces los veedores ciudadanos en los municipios serán piezas claves en la labor de control de la CGA en la era de González Vega.

En tal sentido llamó la atención de la sociedad antioqueña en que las puertas de la entidad estarán abiertas a la denuncia ciudadana sobre el manejo de los recursos públicos en la región, al tiempo que habrá una permanente y conjunta acción con la Procuraduría y la Fiscalía para combatir las prácticas corruptas entre los administradores de lo público.

“El control social es de todos” dijo la contralora para animar a todos los antiqueños a contribuir en las acciones contra el delito fiscal.

También salió en defensa de las contralorías territoriales, al demostrar con cifras el beneficio auditor que realizan.

En el caso de la Contraloría de Antioquia explicó que anualmente su sostenimiento cuesta alrededor de unos 15.000 millones de pesos, lo que significa que en el cuatrienio son 60.000 millones, pero en esos cuatro años se recupera tres veces ese valor, es decir, unos 185.000 millones de pesos.

Ese dato es supremamente importante destacar en los actuales momentos por la campaña centralista de cerrar o apoderarse del control fiscal territorial.

Precisamente la Contraloría de Antioquia lidera o promoverá una cumbre de contralores, con el fin de fijar políticas que conduzcan a recuperar la confianza nacional y territorial en estos necesarios entes y para mejorar su capacidad presupuestal y su capital humano y profesional.

Durante el diálogo con la prensa, la nueva fiscalizadora seccional estuvo acompañada por los integrantes del equipo directivo que hasta ahora ha conformado, así:

*Subcontralora: Dalgy Bibiana Rico Ángel

*Jefe Oficina de Control Interno: León Balmore Aguinaga Borja.

*Contralor delegado: Andrés Felipe López Ramírez.

*Contralora auxiliar de auditoría integrada: Patricia Olano Azuad.

*Jefe Oficina de Control Social: Ronald Mauricio López Ramírez

*Jefe Oficina Asesora de Comunicaciones: Santiago Mesa González.