Amigo generoso que alcanzaste esa humildad suprema que sólo entrega la sabiduría verdadera
El pasado 9 de febrero, en nuestra celebración del día del periodista, llevando felizmente la vocería de los expresidentes del Cipa, exaltamos la vida de José Jaramillo Alzate. Comparto mis palabras: El lunes 18 de enero, en la página de nuestro Círculo de Periodistas y Comunicadores Sociales de Antioquia, leímos: “Lamentamos informar que falleció uno de nuestros más queridos fundadores del Cipa, el doctor José Jaramillo Alzate. Fue profesor de la Universidad de Antioquia, docente de la Facultad de Comunicaciones de la U. de A. y escritor de varios libros sobre temas científicos”.
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Seguimos lamentando tu partida, querido fundador, querido profesor, querido periodista, querido escritor, querido expresidente, querido amigo. Sobre todo amigo. Amigo generoso que alcanzaste esa humildad suprema que sólo entrega la sabiduría verdadera. Seguimos lamentando tu partida, pero celebramos tu vida. Tu vida al servicio del periodismo, el oficio más bello del mundo, según lo afirmaba Albert Camus, según lo vivió Gabriel García Márquez, según lo gozó y padeció mi admirada Oriana Fallaci, según lo pregonamos tus colegas expresidentes del Cipa, de los cuales me tomo la palabra para celebrarte. Te celebro y te canto, como diría Withman de sí mismo, embriagado de amor por la vida y por su oficio de escritor y poeta. “Profesor de periodismo, creador de las cátedras de periodismo científico y director de la emisora cultural de la Universidad de Antioquia; colaborador de varios periódicos nacionales; redactor, columnista y editorialista de El Colombiano; colaborador de la Revista Debates Universidad de Antioquia”, pero por sobre tanto mérito, buena persona, amigo incondicional, inquilino hasta la muerte de nuestra casa del Cipa.
“El inicio del Cipa fue en 1962 en las oficinas del Diario El Tiempo (en Medellín). Como primer presidente de la Junta Directiva fue elegido Julián Pérez Medina. Luego, fuiste tú. Y desde entonces, a nuestro lado, tú, amigo José Jaramillo Alzate, expresidente por siempre. De igual forma llevamos con inocultable orgullo, el emblema de expresidentes Cipa, los colegas César Pérez Berrío, Federico Montoya Mejía, Víctor León Zuluaga Salazar, Fernando Londoño Muñoz, Hugo Gómez Agudelo, Jairo Moreno Calderón, Beatriz Barrera de Velasco, Juan José García Posada, Faber Molina Amariles, Darío Vargas Lema, Carlos A. Giraldo Rincón, Jenny Tamayo Montoya, Lina María Posada Roa, Jhon Fernando Sandoval Vidal, Rodrigo Flórez Ruiz, Hernán Saldarriaga Agudelo, Oscar Fernando López Zuluaga, Marina Henao Cano, Azael Carvajal Martínez y yo, Iván de J. Guzmán López. Hoy te cantamos, te celebramos, querido José, y te declaramos expresidente fundador por siempre. Fuiste buena persona; por encima de tanto título, tanto mérito, tanto profesionalismo, buena persona. Sobrada razón tenía el escritor y periodista polaco Ryszard Kapuscinski, maestro de este oficio, cuando afirmaba que para ser buen periodista, había que ser, antes, buena persona.
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He visto siempre, en la gran mayoría de los periodistas colombianos, y en especial, de los antioqueños, a periodistas comprometidos con su esencia deontológica de informar con veracidad, responsabilidad y valor democrático. Bien sabemos que no hay democracia sin una prensa libre. Por esto, la celebración del día del periodista, nos llena gozo, porque nos dice que la libertad que hoy se tiene, es prueba de institucionalidad y democracia, aunque a veces, para desgracia de Colombia, sean en exceso ultrajadas. Esa gran parte de los periodistas antioqueños, fueron formados por ti.
Estoy seguro, mi querido José, que, estés donde estés, dirás plenamente conmigo: “un abrazo a todos los periodistas en su día, porque a diario hacen democracia, y de paso disfrutan de su profesión, pues, como lo aseguraba Gabriel García Márquez: “El periodismo es el mejor oficio del mundo”. Tú lo repites con tus logros en vida, y lo reiteras con el recuerdo que tenemos de ti, ahora que estás ausente. En adelante, querido José, cada que me acuerde de ti, recordaré los versos de nuestro inmenso poeta Carlos Castro Saavedra, cuando cantaba:
“Aquellos pasos grandes y grandiosos / suenan sobre mi pecho a toda hora,
y me duelen en toda la camisa / de tela sudorosa y sufridora”.