La gestión para que quienes se encuentran privados de la libertad estuvieran en la ceremonia del 9 de septiembre fue realizada por monseñor Ricardo Tobón.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), autorizó a 62 reclusos (hombres y mujeres) de los centros penitenciarios Bellavista, Pedregal y La paz para participar de la misa campal que oficiará el papa Francisco en el aeropuerto Olaya Herrera durante su visita apostólica.
La autorización se da a partir de la solicitud que realizó el arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón, para permitir que un grupo de personas que actualmente purgan sus condenas puedan estar presentes en la liturgia que oficiará el pontífice en la ciudad.
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Las 62 personas que harán parte de la eucaristía han participado en un proceso de ambientación para la ceremonia, sustentado en la asimilación de la doctrina de la iglesia católica y los mensajes del papa Francisco. En el proceso se ha contado con el acompañamiento de capellanes y voluntarios de la Pastoral Penitenciaria Católica de la Arquidiócesis de Medellín.
Como parte de la participación de los internos en la liturgia, se tiene presupuestada la entrega del óleo, El papa silletero, obra de un recluso de la cárcel La Paz que se inspiró en el primer papa latinoamericano para la realización de su obra.