Los atletas midieron su cuerpo en alturas que alcanzaron los 4.100 metros sobre el nivel del mar, al pie del Cerro Gualí, incluyendo corredores internacionales que participaron en esta carrera por las condiciones de altura que ofrecía el trazado.
Los atletas de montaña del país, así como deportistas internacionales, le cumplieron al Maratón Nevado del Ruiz, una competencia sin precedentes en el país por su escenario y exigencia física por los alrededores del Parque Nacional Natural Los Nevados en el Eje Cafetero.
300 corredores desafiaron la prueba de resistencia que salió y llegó al sector conocido como Laguna Negra en Villamaría (Caldas), a 3.800 metros de altura sobre el nivel del mar.
El Maratón fue una verdadera prueba de fuego para los inscritos por su dureza, técnica y exigencia en cada paso. Los atletas midieron su cuerpo en alturas que alcanzaron los 4.100 metros sobre el nivel del mar, al pie del Cerro Gualí, incluyendo corredores internacionales que participaron en esta carrera por las condiciones de altura que ofrecía el trazado.
Un escenario lleno de naturaleza, en donde el imponente Nevado del Ruiz fue testigo del esfuerzo y duelo personal que cada participante tuvo para conectarse con la naturaleza y poder llegar a la meta.
El rey de la altura fue el venezolano Juan Acosta, que en los 42 kilómetros, se llevó el primer puesto, después de 5 horas y 17 minutos. Lo escoltó el colombiano Alejandro Castro, con un registro de 5 horas y 19 minutos. “Soñé con correr en Colombia la Maratón y la gané. Es una alegría inmensa porque es una carrera complicada por la altura. Me alcancé a marear, pero controlé el cuerpo para celebrar esta victoria”, expresó Acosta.
La estadounidense Emily Shmitz, pero radicada en el país hace 10 años, tampoco tuvo rival en los 42 kilómetros. Ganó con un tiempo de 5 horas y 30 minutos. La corredora también se llevó el primer puesto en el Kilómetro Vertical, que se disputó entre la parte alta de la zona industrial de Manizales hasta la Fundación Huellas Cero, cerca al Alto de Letras. “Fui la mejor. Estoy feliz porque me preparé para este duro reto. Los paisajes son increíbles”, resaltó Shmitz.
El Festival alista desde ya la segunda edición con la presencia de más competidores extranjeros para mostrarle al mundo la altura de esta carrera que se caracteriza por su nivel de dificultad y la belleza del recorrido.