Este país del este de África vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas.
El atentado con camiones bomba perpetrado el sábado por supuestos miembros de la organización terrorista Al Shabab en Mogadiscio, capital de Somalia, acabó con la vida de al menos 215 personas y causó también más de 350 heridos, confirmaron fuentes sanitarias.
Los hospitales, faltos de medicamentos y sangre, están totalmente desbordados mientras intentan salvar la vida de los heridos por el ataque contra el hotel Safari y un concurrido mercado de la ciudad, que con este último balance provisional de decesos se coloca como el peor que ha sufrido el país en su historia.
Según los medios locales, la gran mayoría de los fallecidos en el ataque, del que Al Shabab aún no ha reclamado la autoría, eran civiles, principalmente vendedores ambulantes que comerciaban en la que era una de las calles más transitadas de la ciudad.