El proyecto, que funciona desde 2013, es una alternativa para que los niños y jóvenes en situación de discapacidad puedan adelantar su proceso formativo sin impedimentos.
132 estudiantes, entre seis y 21 años y con alguna discapacidad que les impide ir al colegio, concluyeron su periodo lectivo durante 2017.
El grupo de estudiantes recibió las clases en sus casas. En casos como el de los estudiantes de primaria, se implementó un modelo en el que recibieron clases virtuales dos veces a la semana y para el caso de bachillerato se extendió a cuatro veces a la semana, con horarios entre 8:00 a.m. y 12:00 m. y 2:00 p.m. a 4:00 p.m.
En primaria, las clases fueron dictadas y contaron con un profesor para cada grado, mientras en bachillerato dos docentes abordaron todas las áreas académicas.
Además de la instrucción virtual, los estudiantes recibieron acompañamiento presencial en el hogar por 45 minutos cada quince días, lo que sirvió para hacer seguimiento y complementar el proceso formativo de cada estudiante.
El programa denominado Educación Virtual Asistida, se realiza a través de la alianza entre la Administración Municipal y la Universidad Católica del Norte, centro académico que opera el proyecto que funciona desde 2013.
Se tiene presupuestado que para 2018, 135 estudiantes hagan parte de los procesos de formación de primero a noveno grado.