La periodista experta en turismo, Taylor Dolven, del Miami Herald, le explicó a Oscar Ramirez de IHeart Radio, de Miami, la situación de los tripulantes de grandes cruceros. Versión
Pasados ya dos meses desde que empezó la crisis sanitaria a nivel mundial y se decretaran las cuarentenas, los cruceros también tuvieron que tomar medidas drásticas e inmediatas para desembarcar a los pasajeros en los puertos que dejaban desembarcar. En las costas de la Florida, se divisan muchos de estos cruceros donde aún quedan muchos de los tripulantes buscando respuestas a su situación.
Oscar Ramírez tuvo la oportunidad de entrevistar en su Podcast diario a la periodista del Miami Herald, Taylor Dolven. Taylor se ha especializado en temas turísticos en la Florida y está consolidando información para poder ayudar a la industria de cruceros y a los turistas que están a punto de perder la esperanza de volver a sus hogares.
Dice Dolven, “Todos sabemos que cuando empezó la pandemia del covid-19, los pasajeros y tripulantes de los cruceros estaban realmente en el sitio equivocado. Los espacios cerrados con muchas personas y muchas superficies que debían de ser desinfectadas constantemente”. “Además los contagios de Covid-19 empezaron a brotar dentro de los cruceros”. Se reporta que 576 tripulantes dieron positivo a Covid-19, 7 fallecieron por el virus y dos tripulantes fallecieron porque se suicidaron lanzándose del crucero en un acto de desesperación. Aunque parece que todos ya está en el pasado, los tripulantes mantienen una cuarentena estricta de más de 2 meses, pero los brotes siguen apareciendo, la desesperación aumentando y las respuestas faltando.
Explica Doven que los cruceros cerraron sus operaciones el 13 de marzo. Las compañías en ese entonces no sabían que la crisis duraría más de un mes. Muchas líneas trajeron nuevos miembros de tripulación para estar listos en el momento que regresara la normalidad, pero cuando la CDC (Centro de Control de Enfermedades) de los Estados Unidos dejó claro que no aprobaría el reinicio de esta industria en el país ya era demasiado tarde para muchos. La tripulación, en su mayoría extranjeros, no lograrían regresar a sus países porque ya los aeropuertos en el mundo estaban siendo cerrados para vuelos internacionales y repatriar en vuelos privados era una solución demasiado costosa.
Para sumar a la condición precaria de estos tripulantes, algunas compañías hicieron negociaciones con los empleados para congelar o reducir los salarios pensando en el corto plazo de la crisis. Tripulantes de Royal Caribbean, por ejemplo, pasaron a ganar US$400 al mes. Este ingreso solo alcanza para comprar “snacks” en el barco, pero no para enviar a familias que también dependen de ese ingreso y están en sus países en situaciones de mucha crisis. El crucero Disney también estaría anunciando esta semana las medidas que tomarán con respecto a la tripulación que tiene abordo.
El 15 de mayo, la línea MSC reportó un nuevo brote del virus del cual no han podido determinar su origen ya que la entrada al barco desde el puerto es muy restringida y extensamente controlada. Cómo llego el virus ahí y porque siguen sucediendo nuevos brotes cuando estas gentes están en confinamiento, casi total.
El periodista, Oscar Ramírez se pregunta porque hay tanta diferencia en el trato que se le ha dado a la tripulación comparada con la de los pasajeros que siempre se han pronunciado positivamente del excelente trato que recibieron. Algunos tripulantes han conseguido manifestar su enorme angustia, pero está prohibido que tengan contacto con reporteros o suban imágenes en las redes sociales. La información que reciben es mínima y cuando alguien se enferma, no conocen si existen más casos en el crucero. La reportera tuvo acceso a una transcripción de un anuncio en el que el capitán le miente a la tripulación sobre el brote.
La frustración más grande, explica la periodista es esa falta de información de cómo se está desarrollando la pandemia de covid-19 en los barcos. Mientras los seres humanos que estamos en nuestras casas, podemos tener información por variados medios, los tripulantes de los cruceros viven en la incertidumbre viendo en el horizonte que las personas en la tierra los han olvidado y que talvez no desembarcaran vivos.
La industria de los cruceros se enfrenta con grandes retos ya que deberá garantizar que pasajeros y tripulantes estén a salvo y puedan regresar a sus hogares, dado el caso que se presentara algo así en el futuro.