Todos pusimos, es hora de que, ante las actuales circunstancias, el sector financiero le retribuya a la sociedad el sacrificio de ese entonces
Como sociedad no es fácil la actual circunstancia, el tema económico se vuelve el “coco” para lograr el sustento familiar, muchos de nuestros compatriotas en estado de vulnerabilidad devengan su sustento del día a día, pero también los equipos de ventas, quienes su remuneración depende de las comisiones, los prestadores de servicios como son las peluquerías, en fin la lista es larga de personas con estas particularidades, por lo que el gobierno, de manera acertada ha decidido dar un alivio a los integrantes del programa Familias en Acción, pero nos quedamos cortos con el otro segmento poblacional descrito anteriormente, porque como dice el Chapulín Colorado “quién podrá ayudarnos”
Finalizando el milenio anterior, en la crisis de 1998, el gobierno expidió el decreto 2331, Impuesto al Gravamen Financiero del 2 x 1000, con la intencionalidad de salvaguardar el sector financiero y evitar su quiebra. En ese entonces todos pusimos, es hora de que, ante las actuales circunstancias, el sector financiero le retribuya a la sociedad el sacrificio de ese entonces y no es ampliando plazo para el pago de las deudas, ni disminuyendo tasas de interés, es aportando directamente a ese sector de colombianos que no hacen parte de los grupos de ayuda determinados por el Gobierno Nacional.
Así mismo doblando la página de lo económico, la actual pandemia nos invita como ciudadanos del mundo a reinventar nuestro modelo de sociedad, partiendo de la familia como núcleo básico.
En 1994, sale a la luz el libro Reingeniería escrito por Michael Hammer y James Champy, quienes explicaban la necesidad de reinventar los procesos organizacionales para mejorarlos, partiendo de cero, es decir, deshaciendo lo que estaba hecho y volver a construir.
En 1995, Michael Spendoloni escribe el libro Benchmarking, con la misma intención del anterior, pero con la diferencia de no eliminar y arrancar de cero, pero sí mejorar los procesos organizacionales, teniendo como referente a los mejores ya sean del sector, de otros sectores o internos.
Ese par de libros son una guía interesante para reinventarnos en estos momentos aciagos para la humanidad y con el confinamiento obligatorio decretado por el Gobierno Nacional, el cual nos exige un sacrificio por el bien de todos, pero a su vez un reto para la convivencia 7-24 con la familia, en la que se debe ser inteligente para mantenerla unida y evitar conflictos que deriven en futuras rupturas.
Reinventar la familia, es volver a los principios básicos de la convivencia pacífica, con respeto y tolerancia como pilares para salir fortalecidos. Sí somos inteligentes fortaleceremos la sociedad colombiana, la cual debe también reinventarse.
Pero también es un aprendizaje forzoso sobre disciplina social, qué tanta falta nos hace, sobre todo en estos países tropicales, en donde debemos aprender mucho sobre convivencia y acatamiento de la norma. Lo visto el martes pasado en las ciudades colombianas, la horda de irresponsables como si fuésemos invencibles no tiene perdón de Dios, como sí lo vivido en Italia y España no fuese suficiente espejo. Ante esta irresponsabilidad de nuestros pueblos ¡Virgen del Agarradero, que nos cojan confesados!