El Brigadier General Eliécer Camacho Jiménez, nuevo comandante del Departamento de Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, vuelve con el firme propósito de aportar para la seguridad y la convivencia ciudadana.
De regreso a Medellín, 24 años después de su primera travesía por tierras antioqueñas, no dejó de reconocer, elogiar y admirar el progreso de la ciudad, “que refleja el tesón y la iniciativa de los paisas para trabajar y salir adelante, superando cualquier situación”.
Y lo dice porque cuando llegó como Coronel, en el año 95, la ciudad apenas empezaba a consolidar esos procesos de reconstrucción espiritual, anímica, moral y física, para dejar atrás y olvidar los padecimientos de una etapa de barbarie que la sumió en el más profundo dolor, pero que jamás doblegó la voluntad de una comunidad valiente y emprendedora.
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“Por eso para nosotros los generales de la Policía Nacional es muy honroso estar aquí y comandar esta unidad que es una de las más emblemáticas que tiene el país, por la participación que tiene la ciudad en las decisiones nacionales, por su desarrollo económico y empresarial, por sus avances tecnológicos y especialmente por el compromiso, la urbanidad y la gentileza de la comunidad”, dijo el hoy Brigadier General y nuevo comandante del Departamento de Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, Eliécer Camacho Jiménez.
Eso sí, igual tiene claro que en este territorio también habitan dificultades, “temas difíciles que venimos a enfrentar de la mano de esa comunidad con la cual esperamos establecer y fortalecer vínculos de cooperación y ayuda para ganarle el reto a quienes le quitan la tranquilidad y la seguridad a las personas de bien”.
Nuevos fenómenos
“En lo que he logrado evidenciar, y con la experiencia de haber trabajado acá en los años 95 y 96, he podido observar algunos fenómenos delictivos que han avanzado y que requieren de urgente atención. El tema de la extorsión y el tráfico de estupefacientes en pequeñas cantidades, son afectaciones que veo se han extendido en la ciudad y han sido aprovechadas por estos grupos criminales como unas economías ilícitas para poder mantener esas guerras que sostienen”, explicó el oficial.
“Por eso venimos a fortalecer un plan de investigación e inteligencia para continuar con la desarticulación de las organizaciones criminales”, apuntó. “Algunas personas pueden considerar que las capturas de estos cabecillas sólo sirven para atomizar esos grupos delincuenciales, porque inmediatamente aparecen los sustitutos, pero también podemos observar que cada vez que se afecta la cabeza de una de estas estructuras, los que sigue llegan con menos fuerza. Van perdiendo fuerza, y eso nos ayuda a ir recuperando territorios”.
Insistió el General que esta “es una tarea que tenemos que hacer entre todos, un trabajo mancomunado entre la Alcaldía, que lidera el tema de la seguridad y la convivencia, las autoridades y la comunidad. Y es ahí donde necesitamos la ayuda de las personas, articularnos con la comunidad, para mirar cómo les ganamos el pulso a los promotores de estas actividades criminales, que no sólo afectan la tranquilidad y la convivencia en los barrios, sino que cobran las vidas de muchos jóvenes.
“De la mano con los ciudadanos, dijo, vamos a encontrar la forma para poder sacar a estos delincuentes de los diferentes barrios, que muchas veces no son siquiera nacidos allí, sino que llegan a apoderarse de las economías criminales, del tema de la extorsión y los estupefacientes, que es donde surgen las retaliaciones y los asesinatos”.
No más homicidios
El tema de los homicidios, que por tercer año consecutivo se incrementó en Medellín, es un capítulo que preocupa especialmente al general Camacho: “Es una situación que preocupa, por la extensión que han logrado los diferentes grupos criminales, y porque muchas veces el pie de fuerza no nos da capacidad para cubrir todos los barrios, pero es ahí donde estaremos formando lazos de comunicación y participación con la comunidad para que nos ayuden a evitar la llegada de esos fenómenos a sus barrios, o para erradicarlos. Que esos criminales no aniden donde probablemente puedan encontrar el silencio de los ciudadanos”.
Reiteró que “vamos a hacer presencia permanente en distintos sectores de la ciudad, vamos a realizar actividades diarias de prevención y de acercamiento con la comunidad para recuperar la confianza en ellos, y eso también nos va a ayudar a que las confrontaciones bajen, que los mismos delincuentes sepan que estamos ahí, al lado de la comunidad y que no bajaremos la guardia ni ahorraremos esfuerzos para capturarlos.
El General Camacho es también administrador de empresas, estuvo en la Dirección de Investigación Criminal e Interpol Dijín, fue agregado de la Policía en España y jefe del área de Memoria Histórica y Víctimas de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (Unipep).
Habitantes de calle, otra preocupación
Tras su primera semana de gestión y sus recorridos por la ciudad, el general Eliécer Camacho expresó que “otra gran preocupación que le queda es el tema de los habitantes de calle.
“Hace más de 20 años, este tema no estaba en esta dimensión”, recordó el oficial. “En el sector del Hueco, en Barrio Triste, se ubicaba un grupo de ellos, pero estaban controlados en ese lugar, era un grupo reducido que no afectada la ciudad. Pero hay factores que han ayudado a incrementar el problema. El tráfico de estupefacientes, el clima de la ciudad y la generosidad de los paisas atraen a muchos de ellos, y también posiblemente personas que auspician estas situaciones”.
Y es una situación que preocupa, anotó el General, porque es un tema de percepción, y el ciudadano siente que no puede estar andando tranquilamente por las vías del Centro, o en las periferias del Centro, se siente cohibido, amenazado, y eso creo que es un tema que se tiene que revisar desde el ámbito nacional. Porque si bien estas personas tienen derechos, también el resto de ciudadanos tienen sus derechos y sus libertades, a sentirse tranquilos en vía pública”.
En este sentido reveló que el alcalde Federico Gutiérrez “nos ha pedido que lo acompañemos en algunos programas que tiene proyectados para este año con el fin de recuperar espacios y la tranquilidad ciudadana. Sabemos que no es fácil, porque cuando estas personas (habitantes de calle) son consumidoras de drogas, no aceptan la presencia de las autoridades, pero sí vamos a ver cómo entramos a esas comunidades porque prevalece la tranquilidad y seguridad de todos los ciudadanos que tienen que desplazarse por la ciudad y que constantemente se ven acosados o en riesgo”.