Desde el 2005, se ha dispuesto que, de manera quinquenal, se realice la Encuesta Nacional de Situación Nutricional en Colombia –Ensin-, como una de las principales encuestas poblacionales de interés estratégico para las políticas públicas del país. Este estudio tiene como objeto el de “analizar la situación alimentaria y nutricional de la población colombiana enmarcada en el modelo de determinantes sociales, como insumo para la formulación, seguimiento y reorientación de políticas públicas de seguridad alimentaria y nutricional para el país”, constituyéndose en insumo clave para hacer diagnóstico de la situación nutricional de los colombianos y trazar soluciones viables.

Al constatar la tragedia de cientos de muertes de niños indígenas en Colombia por desnutrición, drama que visibilizamos desde nuestra llegada al Congreso, en el 2014, urgimos al ICBF para que presentara la Ensin 2015, para tener soporte estadístico de este drama y tomar las medidas necesarias. La entonces directora de la entidad siempre manifestaba estar “a un paso” de la terminación de la encuesta y prometía suministrar pronto las cifras. Mientras tanto, sin poder quedarme inane ante esta situación, presenté el Proyecto de Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional, con las herramientas necesarias para salvar la vida de esos niños. Lógicamente, esperaba la colaboración del Gobierno Nacional, para resolver este indignante panorama; pero, aunque sea increíble, el Gobierno, por el contrario, no sólo bloqueó el tránsito del proyecto en el Congreso, sino que lo plagió, como retaliación por mi actitud crítica de defensa a las víctimas de las Farc.

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Ahora, en pleno 2018, a los tres años del momento en el que se habrían debido presentar las estadísticas, el Ministerio de Salud nos dice que no pueden entregarnos la encuesta porque “A la fecha, la disposición de los resultados de la misma se encuentra en proceso de edición y diagramación para la correspondiente socialización”.

Logramos, sin embargo, que nos proporcionaran los resultados “preliminares”, y son escandalosos. Definitivamente, con la ambición narcisista de firmar un acuerdo con las Farc “a toda costa” y de, así, lograr el Nobel de la Paz, el Gobierno Santos se olvidó de los demás problemas del país, especialmente del que debería ser la prioridad: la desnutrición y sus consecuencias.

El siguiente listado estadístico, salido del material disponible de la Ensin 2015, no puede corresponder, de ningún modo, al de un país como Colombia, que pretende estar a la altura de los de la OCde, el “club de los países ricos”:

- La inseguridad alimentaria nacional es (o era, en el 2015) del 54,2%. Más de la mitad de la población colombiana sigue sin “acceso suficiente, adecuado y de calidad a los alimentos necesarios para una vida saludable y activa de todos sus integrantes”.

- Resalta la inseguridad alimentaria del 65% en la región Atlántica y del 64%, en la Orinoquia y en la Amazonía.

- En los afrodescendientes, la inseguridad alimentaria es del 68.9%, y en los indígenas, del 77%.

- En la población indígena, el retraso en talla en niños y niñas de 0 a 4 años es del 29.6%; en los de 5 a 12 años, es del 29.5%, %, y en los adolescentes, del 36.5%.

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- Descaradamente, en los resultados que recibimos, se reconoce que no incluyen la desnutrición aguda en niños y niñas indígenas y afrodescendientes de 0 a 4 años “por haber precisión baja” en la evaluación de estas comunidades. Por las mismas razones, cuando evalúan regiones, se abstienen también de mencionar las estadísticas de la Orinoquía y la Amazonía.

- De los niños de 0 a 4 años con desnutrición aguda evaluados, el 72,7% mostró problemas respiratorios y el 42,7%, diarrea, problemas que están asociados a un sistema inmunológico deficiente debido a la desnutrición.

- En cuanto a la lactancia materna exclusiva, el resultado nacional fue de 36,1%, lejos de la meta internacional del 50% fijada por la OMS (y de los índices de países como Perú -68,4%- y Bolivia -64,3%).

- En lactancia materna continua al año y a los dos años, en Colombia, al año de edad, el 52,2% de los niños y niñas recibía leche materna durante el día anterior a la encuesta, y a los 2 años de edad, el 31,6%. Según la OMS, solo Azerbaiyán, República Dominicana y Jordania presentan valores por debajo de los reportados en Colombia.

- Sólo el 36,5% de los niños y niñas de 6 a 23 meses de edad, amamantados y no amamantados, tiene una dieta mínima aceptable. En el caso de los indígenas es de sólo el 24.7%.

- El cumplimiento de las recomendaciones en cuanto a actividad física en adolescentes es del 13.4%.

- En lo que se ha dado a conocer de la Ensin no se mencionan los índices de desnutrición global, ni de desnutrición aguda, de adolescentes y adultos. Se enfocan en la malnutrición, es decir, en el sobrepeso u obesidad, y no en la desnutrición.

Hay que recordar que, según este Gobierno, las tres prioridades eran:

1) La mal llamada “paz”, que hoy todos los colombianos tenemos claro que estamos lejos de alcanzar.

2) La educación, cuya falta de cobertura es muchísimo más grande de lo que se está reconociendo en las estadísticas, como constato cada día, en mi ejercicio político. Y seguimos ocupando los peores lugares en las evaluaciones globales de Educación.

3) La niñez. Pero una niñez que tiene este abandono y esta falta de monitoreo no solamente permite estos niveles de desnutrición, sino también todos los horrores que de esta falta de cuidado se derivan: maltrato, desescolarización, explotación sexual, abandono, etcétera.

Los niños y niñas gravemente desnutridos son once veces más propensos a morir que los sanos. ¿Esta es la ruta que queremos continuar? En las manos de los colombianos está, en las próximas elecciones, elegir verdaderamente representantes que sí estén comprometidos con solucionar los problemas fundamentales del país, como es el de la seguridad alimentaria.

Comentarios:

Jhon Jairo
2018-01-31 06:15:49

Muy buena para criticar, pero están en el senado y no hacen sino cobrar 30.000.000 millones mensuales por discutir sobre qué es mejor para el país, si la paz y la guerra. Y está brabucona solo pide que siga la guerra para seguir con un gobierno de miedo y muerte y entonces, ese dinero que se invierte en la guerra por qué no va para las clases más abandonadas del país? Solo son retailas de una politiquera en busca de votos porque es todo es una mentira, que busca aprovechar su posición para seguir buscando su propio beneficio. Pregunten por el grupo 20. Quiénes son sus dueños y cómo adquieren la plata?

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