Tomás, Alba y Édison es el nombre de uno de los talleres que se imparten en el Exploratorio del Parque Explora, el cual busca incentivar en los niños la creación de inventos que solucionen problemas cotidianos, y este es además el nombre de una serie televisiva infantil que toma como insumo las creaciones de los niños en el taller para estimular en los más pequeños el gusto por crear cosas.
El mundo lo creamos todos, todos los días, esa es la convicción con la que salen los niños que participan en el taller Tomás, Alba y Édison.
En el salón del Exploratorio, del Parque Explora, se citan a niños, entre siete y nueve años, cada cuatro semanas para que a partir de preguntas como ¿quién hace los inventos? ¿Quiénes son los inventores? Y ¿si nosotros no creamos, quiénes lo harían?, por mencionar sólo algunas, se incentive en los participantes el pensamiento creativo.
Esta es una forma de estimular la búsqueda de soluciones a los interrogantes que cada niño tiene sobre su entorno.
A ello se suma que todo lo que surja en este taller es el insumo para la creación de una serie animada realizada por Camello Audiovisual y Señal Colombia. Lleva por nombre Tomás, Alba y Édison, sí el mismo del taller y hace parte de la franja Mi señal, programación infantil del canal nacional, en este mes de junio. Se emite de lunes a viernes a las 10:00 a.m.
¿Pero suena raro que se trate de un taller y una serie? Puede ser, el propósito está justificado en la idea de sembrar en los niños la conciencia de que el mundo lo creamos todos; la serie proyecta las ideas de inventos de los niños de Medellín, como una forma de asegurarse que en el mundo no se acabarán los inventores por muchos años, así se lo imaginaron Daniela Giraldo, la directora, y Juan Fernando Cañola, creador audiovisual.
Cabe destacar que este proyecto de serie de TV infantil está pasando por una segunda etapa en este momento, pues en 2012 había sido estrenada en otro formato, se trataba de una serie animada que mostraba los grandes inventos del mundo, y unos años más tarde, cuándo se presentó la oportunidad de participar en una beca de creación, el proyecto se amplió y se convirtió en lo que hoy en día es, un emprendimiento cultural, generador de conocimiento, que usa el aprendizaje de la ciencia en los niños como insumo para la recreación audiovisual, así fue descrito lo que ahora es Tomás, Alba y Édison por su directora.
En la foto, Daniela Giraldo, creadora de Tomás, Alba y Édison. (Foto de Estefanía Posso Soto)
De ahí que todos los inventos que hace Tomás en la serie los hizo antes un niño. Esta es una serie que está hecha a mano. Todos los dibujos están pintados en acuarela.
En las escenas se ven lugares comunes como una tienda de barrio o un árbol de parque; una vez creadas, cada una de estas imágenes se animaron y posteriormente se les puso en movimiento.
Aunque, la recursividad paisa para cuadrar algunos detalles al final en la fase ha obligado también a utilizar fotografía y hasta a escanear otro tipo de imágenes.
Todo el proceso de animación es realizado por el estudio Camello Audiovisual.
El primer ciclo del taller inició en abril y este año se espera poder abrir otros tres más al público. Estos espacios de formación para creación de inventos no tienen ningún costo, su participación es con inscripción previa y su cupo es limitado, sólo 16 niños por ciclo es la capacidad que abarca el proyecto.
El taller consta de cuatro sesiones, una cada sábado, en ellas parten de descubrir una idea de invento y pasan por hacer un diseño, un prototipado y finalmente por una exposición de los resultados de este ciclo de inventos, la cual está en preinstalación por la curaduría, se planea abrirla al público a partir del 7 de julio y tendrá lugar en el Hall del Parque Explora.
Con material reciclable, objetos en desuso o simplemente la utilización de cosas en algo para lo que no fueron creados, así se conciben los prototipos. “No son funcionalmente creados, simplemente representan visualmente los inventos que se están ideando los niños”, aclaró Daniela Giraldo.
Mediante juegos, en este taller buscan estimular en los niños el pensar, pensar en qué, en el cómo o en el por qué; también pretenden sensibilizar a los niños de los inventos, una forma de motivarlos a descubrir que cada día se tienen a la vista demasiadas creaciones en nuestro entorno, que simplemente alguien un día se lo ideó; “es así como los niños se empoderan y surge la idea que materializa su invento”.
Igualmente, las actividades tienen como finalidad clarificar que “el inventor no es alguien del pasado”, no es alguien de mucha edad, podemos ser todos y no se necesita estar metido en un laboratorio por mucho tiempo para crear algo. De esta forma, los niños comprenden que los seres humanos interactuamos con inventores permanentemente y cada uno tiene la posibilidad de tener ideas para crear algo.
Más adelante en el proceso, se diseña el invento, aquí se hace un acercamiento 2D con las medidas, en este componente los niños aprenden a dimensionar las mediciones, cuánto y cómo está representado un metro, un litro, algo que permite en los niños definir la proporción de su invento.
Continúa el componente de usabilidad, ahí la pregunta es cuál es el uso adecuado del invento o también que se requiere si, por ejemplo, debe ser utilizado en el cuerpo, son simplemente esas cosas que son fundamentales a la hora de crear, una vez definido ello, se establece el cómo funciona, es decir, cuál principio físico se requiere para su éxito (como fricción, movimiento, transformación de la energía).
En los laboratorios o talleres cada asistente crea un invento, para la temporada se hacen mínimo tres laboratorios, lo que arroja unos 40 inventos, en promedio, de estos se seleccionan trece para los capítulos de la temporada de Tomás, Alba y Édison.
Fotografía de Estefanía Posso Soto
María Alejandra (foto), quien inventó la Gorra musical explicó que esta interpreta canciones que los demás están pensando.
“Alguien se imagina una canción, la Gorra musical los detecta y los reproduce en la mente de la persona que tiene la gorra con los sonidos, los personajes y el movimiento del video musical en vivo de cada canción”, narró.
Este invento surgió de una situación que la niña cree es muy particular en la vida de las personas, y es que “muchas veces queremos escuchar música pero no sabemos bien cuál canción ni qué ritmo especifico es en ese momento”. Y, precisamente, esa Gorra fue el invento que María Alejandra se ideó para solucionar este problema, para saber a ciencia cierta cuál es la canción que queremos escuchar, y que además dé la posibilidad de reproducir el video original.
Otra invención nacida en el Exploratorio es la Máquina del tiempo, la cual requirió para su funcionamiento mucho, mucho cable y gasolina y unas baterías muy grandes, hasta que su creador lo consiguió, así como Einstein lo logró en el pasado.
Esta Máquina del tiempo fue creada para reconocer el pasado de Colombia, cómo fue, lo que no conocemos y confirmar lo que sí.
Abrir el formulario de inscripción en http://bit.ly/JunioExploratorio; seleccionar la actividad "¿Quién inventa los inventos"; responder la pregunta: ¿cuál es el invento que menos te gusta y por qué?; adjuntar una foto de ese invento en el formulario; escribir los datos personales para poder contactarlo cuando se haga la selección de los 16 niños y niñas que participarán en los TAE Labs, de acuerdo a la creatividad que muestren al presentar esos inventos.