¡Qué vivan los estudiantes!

Autor: Ricardo Ernesto Torres Castro
30 septiembre de 2019 - 12:03 AM

Indignación y esperanza, eso es lo que puede sentir en este momento esta sociedad. Indignación porque rechazamos la corrupción y la entendemos como nuestra principal fuente de violencia y esperanza por una generación que cada vez levanta su voz.

Medellín

Ricardo Ernesto Torres Castro

La cantante chilena Violeta Parra escribió esa famosa canción Qué vivan los estudiantes. El canto inspirador, rebelde, poético y cargado de sentido, sin duda el combustible para asumir una postura crítica frente a la lucha estudiantil. Una lucha que ha dejado muchas enseñanzas para la historia. En el caso latinoamericano, basta recordar el convulsionado 1968, año que aun narramos en el mundo con un canto de dolor. Antes, en 1954 Colombia vivía su propio proceso de protesta del movimiento estudiantil en el gobierno del general Rojas Pinilla. Esta fue la génesis de lo que hasta hoy conocemos como la lucha estudiantil, que si bien, por muchos años estaba alineada a una agenda política latinoamericana, el deterioro de las instituciones del gobierno, la poca atención que se le ha prestado a la primera infancia, la deuda con la inversión en las instituciones de educación y la escandalosa separación entre la educación pública y privada ha llevado a los movimientos estudiantiles de Colombia a salirse de la agenda política latinoamericana. Es simple, protestamos hoy por lo que otros protestaron 20 años atrás. Es que aún nuestros estudiantes piden que se les reconozca a sus docentes las condiciones básicas para poder ejercer bien su trabajo, aun es usual ver a los estudiantes reclamar por la ausencia de políticas públicas que generen más equidad, aún seguimos luchando por la libertad de cátedra, nos indigna la corrupción. Se trata fundamentalmente de un reclamo de indignación y esperanza. “Que vivan los estudiantes jardín de nuestra alegría, son aves que no se asustan de animal ni policía. Y no le asustan las balas, ni el ladrar de la jauría, caramba y zamba la cosa ¡Qué viva la astronomía!”.

Lea también: Salvemos a nuestros egresados

https://www.elmundo.com/noticia/Salvemos-a-nuestros-egresados/375843

En esta semana hemos visto que dos universidades en Bogotá han sido las protagonistas de esta lucha estudiantil. Es paradójico que precisamente, las dos universidades protagonistas sean en su dimensión filosófica y social totalmente opuestas. La universidad Distrital y la universidad Javeriana. La primera, una institución pública, laica, conformada por estudiantes, en su mayoría, con bajos recursos económicos y de fuerte tradición liberal. La segunda, una universidad privada, católica, se le conóce como una universidad de “élite”, conservadora y regentada por la Compañía de Jesús. Común es que las dos instituciones tienen una alta calidad educativa. La una frente a la otra, separadas por la carrera séptima de la capital son artífices de la protesta de un grupo de estudiantes que denuncian con fuerza los actos de corrupción de las directivas de la Distrital. Otras se han unido, qué bello es ver a la pública y la privada juntas reclamando por lo que es de todos. Lamento y rechazo los actos vandálicos que se sirvieron de la protesta para ensuciarla y hacer que se pierda el reclamo central de la misma, sin duda estos hechos nos han desviado la mirada del verdadero y legitimo reclamo de los estudiantes. ¡Qué bueno que los estudiantes protesten por la corrupción de las directivas de su claustro! Este grito de indignación no se puede apagar, no se puede borrar y no podemos desviar la atención ni la mirada como sociedad frente a lo que sin duda es un canto legítimo de protesta. ¡No más corrupción, no más! No más políticos administrando corruptamente las instituciones, no más escándalos de este tipo, no más robo. La reforma universitaria y la reestructuración del centro académico es, por obvias consideraciones, urgente.

Lea también: En tiempo de campaña, la cenicienta es la educación

https://www.elmundo.com/noticia/En-tiempo-de-campanala-cenicienta-es-la-educacion/377479

“Me gustan los estudiantes que rugen como los vientos, cuando les meten al oído sotanas y regimientos. Pajarillos libertarios igual que los elementos, caramba y zamba la cosa, que viva lo experimento. Me gustan los estudiantes porque levantan el pecho, cuando les dicen harina sabiéndose que es afrecho. Y no hacen el sordomudo cuando se presente el hecho, caramba y zamba la cosa, ¡El código del derecho!” Sobre este código, los estudiantes de nuestro país exigen mayor atención. En los primeros meses del Gobierno Nacional, fueron los estudiantes los que tomaron el pulso político del país. Nos estamos enfrentando otra vez a una protesta legitima, claro está, esta es sobre el mayor lastre que ha tenido nuestra sociedad: la corrupción. Por eso, “me gustan los estudiantes porque son la levadura, del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura. Para la boca del pobre que come con amargura, Caramba y zamba la cosa, ¡Viva la literatura!” Indignación y esperanza, eso es lo que puede sentir en este momento esta sociedad. Indignación porque rechazamos la corrupción y la entendemos como nuestra principal fuente de violencia y esperanza por una generación que cada vez levanta su voz, que no se queda callada, que no quiere ser cómplice. “Me gustan los estudiantes que marchan sobre las ruinas, con las banderas en alto Pa´ toda la estudiantina. Son químicos y doctores; Cirujanos y dentistas, Caramba y zamba la cosa, ¡Vivan los especialistas! Me gustan los estudiantes que, con muy clara elocuencia, a la bolsa negra sacra le bajó las indulgencias. Porque, hasta cuándo nos dura señores, la penitencia. caramba y zamba la cosa, ¡Qué viva toda la ciencia!”

 

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

En la universidad
Columnistas

La educación: piedra de choque de la cultura

Romper la campana es fundamental, la piedra que choca la campana para romperla es la educación, eso es lo que debe pasar cuando un estudiante de nuestras montañas...

Lo más leído

1
Latinoamérica /

Supuesto atentado contra Maduro se habría realizado con drones

El ministro de Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, afirmó que el supuesto atentado dejó siete...
2
Columnistas /

Cinco cosas a favor y cinco en contra sobre el comunismo extinto

Los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo
3
Columnistas /

¿Dulcecito o dulcesito?

El elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo… Este sufijo...
4
Sectores /

Gobierno negó falta de combustible en zona fronteriza con Venezuela

El Ministerio de Minas y Energía informó que es falso que se presente desabastecimiento de combustible en...
5
Artes Plásticas /

Comienza la tradicional exposición de pesebres en el Museo El Castillo

Más de 100 pesebres en diferentes técnicas artísticas, divididos en diferentes categorías, podrán ser...
6
Columnistas /

“Godos” y liberales

Nuestros partidos políticos se alejan de ideologías extranjeras al mismo tiempo que se dedican a ensalzar...