Nadie entiende porqué el Alcalde de Medellín pretende que el Concejo Municipal le dé facultades extraordinarias para ampliar el objeto social de EPM, para desarrollar líneas de negocios no relacionados con los servicios públicos domiciliarios, y entrar a competir en un mercado donde la empresa no tiene experiencia ni recursos.
Gran controversia ha generado la propuesta del Señor Alcalde de Medellín Daniel Quintero, de ampliar el objeto social de EPM hacia nuevos negocios corporativos, más allá de su actividad tradicional como prestadora de servicios públicos domiciliarios. Aquí resumiré las opiniones de los distinguidos colegas que participaron en un foro organizados por ingenieros egresados de la Facultad Nacional de Minas en 1964, en el cual intervinieron los exgerentes generales de EPM, Darío Valencia y Federico Restrepo, los exgerentes técnicos de la misma ingenieros Alfonso Sánchez y Luis Guillermo Gómez, así como su exdirector de Planeación ingeniero Luis Fernando Múnera, el exfuncionario del BID ingeniero Jaime Millán y varios exempleados de la empresa, entre ellos la abogada María Isabel Vanegas.
El suscrito se considera hijo o mejor nieto de EPM, ya que como ingeniero fue formado en Integral, la firma consultora fundada en 1955, entre otros, por los exempleados de EPM, ingenieros José Tejada, Lucio Chiquito e Ignacio Arango, quienes fueron estimulados por el primer gerente de EPM, ingeniero Oscar Baquero, para que se encargarán como consultores de los estudios y diseños de los futuros desarrollos hidroeléctricos del Departamento de Antioquia. EPM promovió la creación de Integral, para poder concentrarse en gerenciar, administrar y planificar el aprovechamiento de los abundantes recursos hidroeléctricos de nuestra región, dejando la ingeniería a las firmas especializadas, como en efecto lo fue Integral y más tarde Sedic, fundada por exempleados de Integral, y otras. Este objetivo, hasta hoy, EPM lo mantiene como guía de sus políticas corporativas.
Lea también: Del buen vivir o de la vida buena
Actualmente, EPM presta los servicios públicos domiciliarios de acueducto, alcantarillado, energía, distribución de gas combustible, telefonía fija y móvil, además del servicio de aseo, manejo de basuras y tratamiento de aguas residuales. De ser aprobado por el Concejo de Medellín el proyecto presentado por el Alcalde, que sería discutido en el tercer periodo de sesiones que se iniciará el próximo mes de octubre, la empresa ampliaría su portafolio de servicios y podría llegar a ofrecer hasta 12 nuevos servicios y operaciones comerciales. Según el proyecto de acuerdo los nuevos servicios y operaciones que entraría a ofrecer la empresa serían, entre otros, la comercialización de biosólidos, el aprovechamiento de activos intangibles producto de la investigación científica y desarrollo tecnológico que sean propiedad de EPM, la monetización de bases de datos y servicios de analítica de datos y la producción y comercialización de equipos. Adicionalmente, podría desarrollar ofertas de financiación que apalanquen todas las demás actividades en las que llegue a participar la empresa, prestar servicios de corresponsalía de entidades aseguradoras y realizar la comercialización de pólizas de seguros, asociados a las actividades que ejecuta la empresa. Es decir casi todo el universo de negocios que atiende hoy el empresariado industrial, comercial y financiero. Lo único que le falta al proyecto del Alcalde es que se autorice a EPM la instalación de puestos de ventas callejeras de empanadas.
Aspectos jurídicos
El proyecto de acuerdo del Alcalde invoca como fundamento el Artículo 290 del Plan Nacional de Desarrollo. Según concepto de reputados juristas, dicha ley no permite a las empresas de servicios públicos domiciliarios, menos aún a una empresa industrial y comercial del Estado, como es EPM, la posibilidad de ampliar su objeto social hacia otros campos. Por otro aspecto, la Constitución Nacional sólo faculta a los concejos municipales la delegación de algunas de sus atribuciones, cuando estas sean especificadas de manera precisa y protémpore, requisito que no cumple el referido proyecto.
Para la ampliación del objeto social en el campo relacionado con la prestación de servicios públicos domiciliarios, los actuales estatutos de EPM le permiten adelantar todo lo que requiera el avance de los futuros desarrollos tecnológicos en el campo de los servicios públicos domiciliarios.
Lo que está en juego
EPM tiene obligaciones con sus acreedores exigibles a corto plazo, a las que se suman el costo de atender la contingencia de Hidroituango y las transferencias al Municipio de Medellín, incluidas en el Plan de Desarrollo Municipal. El 22% de los ingresos del Municipio de Medellín (dato de 2018), único dueño de EPM, lo conforman las transferencias de EPM, de las cuales dependen la mayor parte de los programas de atención a la población más vulnerable de la ciudad.
Adicionalmente EPM está avocada a atender los compromisos financieros relacionados con la prestación de servicios que anteriormente prestaba Electricaribe en la Costa Atlántica, a lo cual se suman las riesgosas inversiones que mantiene en el exterior.
Conclusiones
Ante tales exigencias y retos, nadie entiende como el Alcalde pretende buscar nuevas líneas de negocios y entrar a competir en un mercado donde EPM no tiene experiencia ni recursos. A propósito traigo una historia que me contó el Doctor Juan Gonzalo Restrepo, Exsecretario general de la Andi cuando a finales de la década de 1940 se operaba la reversión de la Concesión de Mares y se proyectaba la creación de Ecopetrol. El Señor Presidente de la República de entonces, Mariano Ospina, vino a Medellín a proponerle a la Andi que se encargase de la futura empresa petrolera nacional, y Jesús Mora le respondió (cito de memoria) “hombre Mariano, te agradecemos mucho que nos hayas tenido en cuenta para tu proyecto, pero por principio nosotros no nos metemos en negocios que no conocemos y así nos ha ido muy bien y nos mantendremos en esta línea”. Esto mismo vale en su totalidad hoy, como respuesta que la comunidad de Medellín le debe hoy dar al Alcalde.
No tiene sentido que una empresa de naturaleza estatal, como lo es EPM, se ocupe de tareas que son propias del sector privado, como es el caso de algunas de las actividades propuestas por el Alcalde.
EPM debe concentrarse, por ahora, en las siguientes cruciales tareas: Recuperar y poner en marcha la operación de Hidroituango, controlar y reenfocar sus filiales en el exterior, recuperar el control sobre Une-Tigo y prestar un buen servicio en la Costa Atlántica con su nueva empresa Caribemar, que se encarga de las funciones que dejó la desaparecida Electricaribe.
Le puede interesar: Hidrógeno la energía verde del futuro
Finalmente, si el Alcalde insiste en su propuesta, por ningún motivo el Concejo de Medellín debería otorgarle facultades extraordinarias sobre este asunto. Sería desprenderse de una función central de la corporación edilicia y, al mismo tiempo, obviar un debate que debería propiciar entre los ciudadanos de Medellín
Sólo la sociedad civil puede controlar un diseño institucional que concentra todo el poder en el Alcalde. Debe ser una acción coordinada de los gremios y grupos de interés para que el debate se centre en identificar los desafíos que encuentre EPM ante el cambio del entorno, antes que aceptar una propuesta para una solución que sólo el Alcalde conoce. Esto debe hacerse mediante estudios cuidadosos, en cuya definición y discusión la sociedad civil tendrá mucho que aportar, antes que el proyecto llegue al Concejo Municipal. La Academia, la SAI, Proantioquia, la Cámara de Comercio de Medellín y los gremios deberán debatir el asunto a profundidad, ojalá con el apoyo de expertos.
P.S. Los ingenieros egresados de la Facultad de Minas en 1964 tenemos un comunicado, listo para ser publicado, donde se señalan los riesgos para Medellín y EPM, si Alcalde logra que el Concejo le apruebe sus pretensiones.