Las pilas que terminan su vida útil siguen sirviendo. La Corporación Pilas con el Ambiente tiene más de 4.000 contenedores ubicados en todo el país para reciclar las baterías que ya no se usan, ellos las reutilizan y así ayudan al medio ambiente y a niños que sufren de cáncer.
Con algo tan sencillo como reciclar las pilas y baterías que ya no se usan se puede contribuir al medio ambiente y, a su vez, se ayuda a los niños que batallan día a día contra el cáncer que los aqueja. En Colombia la Corporación Pilas con el Ambiente lleva varios años encargándose de esta recolección, que permite reutilizar el material del que se compone cada pila, además de aportar al mejoramiento del medio ambiente y pintarle una sonrisa a los niños de la Fundación Sanar.
La Corporación Pilas con el Ambiente nació con el objetivo de darle cumplimiento a una normatividad que obliga a las compañías productoras de pilas a recoger el residuo, que es el producto que se utiliza y que cuando termina su vida útil se convierte en un residuo. Con el fin de dar cumplimiento a esta norma, las empresas que colocan el 75% de las pilas en Colombia se unieron y crearon la Corporación, a la que apoyan también económicamente.
Alberto Ladino, director ejecutivo de esta Corporación, estuvo en diálogo con EL MUNDO y explicó que lo hacen es “recoger las pilas que usamos en los controles, en los videojuegos, los relojes, los computadores portátiles y todas las que se usen en el hogar y que ya no se utilicen. Con todo esto buscamos que las pilas no lleguen a los rellenos sanitarios sino que comencemos a utilizar esa misma batería, ese mismo residuo, para que generemos lo que se llama la economía circular, es decir, que cojamos la pila hagamos la destrucción de la misma y segreguemos la materia plena que esta tiene”.
De acuerdo con los resultados de 2018, la Corporación Pilas con el Ambiente recolectó 369.388 kilos de pilas. Fotos: Anyi Sierra.
Igualmente, manifestó, “queremos contribuir en el cambio de hábito de los consumidores con respeto al desecho de pilas y acumuladores, para que todas las personas participen activamente en el sostenimiento y mejoramiento de los recursos naturales”.
Según explicó Alberto Ladino, “una pila de zinc-carbón, alcalina, está compuesta por cuatro materiales: la cobertura que tiene metálica, zinc, manganeso y el carbón. Estos materiales, cuando se hace la destrucción mecánica de la pila, se separan y se llevan a fundición la parte metálica, el zinc y el manganeso a fertilizantes y la barra de carbón se utiliza para lubricantes industriales, así garantizamos que el ciento por ciento del producto se pueda recuperar”.
Además, con todo este proceso se cumple con unos objetivos básicos: “Disminuir la cantidad de materiales que van al relleno sanitario, se aumenta la vida útil de estos rellenos, se evita que terrenos que pueden ser productivos en la parte agrícola se utilicen en guardar basura, se disminuye la cantidad de tierra que se utiliza para poder sacar cualquier tipo de metal y ese disminuye la cantidad de agua que se utiliza cuando se hace la extracción de minerales y también la energía. Entonces esto es una manera diferente de poder conseguir materia prima para contribuirle a todo lo que es la industria en el país. Esos son los objetivos de la economía circular”.
El director ejecutivo también le contó a este medio que desde el mes de septiembre, la Corporación le está ayudando a la Fundación Sanar, “le estamos aportando dinero para el tratamiento de los niños enfermos de cáncer, niños que son vulnerables económicamente y que con esta ayuda pueden recibir tratamiento y ayuda durante la enfermedad”.
Se quiere hacer ver que independientemente de que una pila haya terminado su vida útil puede ser aprovechada “para generar algún tipo de recurso para los niños enfermos de cáncer, es una manera de cómo las empresas se unen desde su responsabilidad social para aportar dinero para que los niños también tengan un beneficio por la entrega de pilas que hagamos los colombianos”.
En 2018 se evitó que llegaran 1.680 toneladas de acumuladores y/o residuos de pilas a los rellenos sanitarios. Foto: Cortesía Corporación Pilas con el Ambiente.
Aunque la Corporación lleva 7 años en funcionamiento, todavía hay mucho desconocimiento y muchos ciudadanos aún no saben que pueden reciclar las pilas que ya no usen, por lo que la tasa de recolección es muy baja.
“En estos 7 años hemos ido ampliando la recolección, pero realmente no hemos llegado a las metas que tenemos establecidas. El año pasado llegamos al 18.97% cuando debimos haber llegado al 30%, este año estamos un poco por debajo, estamos cerca al 17% cuando deberíamos hacerlo al 35%, es decir nos falta mucho apoyo de los colombianos para que podamos hacer una mejor gestión”, afirmó Alberto Ladino.
El Director Ejecutivo de la Corporación explicó que “en Colombia se colocan aproximadamente 3.000 toneladas de pilas, es decir que estamos usando cerca de 250 millones de pilas en el país y el año pasado recogimos 369 toneladas de pilas, que en realidad es muy poco comparado con el total de lo que usamos. En Medellín se recogió el año pasado 34 toneladas de pilas y este año vamos en 15”.
Es mucho lo que falta por recolección, aunque no se desconoce que se ha ido avanzado: “Muchas empresas se han unido a esta campaña y permiten tener un contenedor en sus sedes, como Almacenes Éxito, Falabella, Pricesmart, Justo y Bueno, Copidrogas, centros comerciales, entre otros. Todos han sido muy importantes. En Medellín también estamos haciendo un trabajo muy interesante con Fenalco, que se encargó de entregar contenedores en diferentes tiendas, para que nos acerquemos más a la comunidad”, aseguró el directivo, agregando que “esto no requiere un esfuerzo mayor al de buscar un contenedor cercano de pilas con el ambiente y depositarlas”.
Por esto, dijo, “lo que estamos haciendo en este momento es incentivando a los colombianos a que lleven más pilas a los contenedores que tenemos instalados en el país. En Colombia tenemos más de 4.300 puntos de recolección y más de cien de estos están ubicados en Medellín, estamos en los almacenes Éxito, en el Centro Comercial Los Molinos, en el Centro Comercial Unicentro, en la Universidad de Antioquia, entre otros. Son diferentes sitios donde la ciudadanía se puede acercar a depositar sus pilas”.
Durante los 7 años que lleva de operación la Corporación han visto que un aspecto muy importante es la educación: “Por eso hacemos mucho trabajo con los colegios por medio de un programa llamado Colegios Pilosos. Este año hicimos un concurso que se llamó Reto Planeta y ganó en Medellín el Colegio Calasanz y así continuamos haciendo actividades para llamar la atención de la comunidad y sensibilizarlos acerca de la entrega de la pila”, destacó Alberto.
La Corporación Pilas con el Ambiente hace la disposición final del producto con el procesamiento y aprovechamiento de las mismas para la elaboración de subproductos industriales y agrícolas como materia prima para lubricantes, materia prima para fertilizantes, entre otros.
Las personas pueden depositar pilas domésticas tales como: AA, AAA, C, D, 6 voltios y 9 voltios; así como también pilas recargables o también llamadas baterías (que son las que se encuentran en los celulares y computadores portátiles).
Para encontrar el sitio más cercano para depositar las pilas que no se utilizan se puede ingresar a la página web https://www.pilascolombia.com/ y allí encontrarán un mapa en el que según la ubicación muestra los puntos más cercanos a su lugar de origen.
En el marco del desarrollo del Programa “Pilas que dan vida”, la Corporación implementará una campaña masiva de recolección de pilas en los 32 Departamentos y cinco Distritos Especiales de Colombia, esto con el propósito de cumplir con la meta de recolección anual y apoyar a la Fundación Sanar.
Hay disponibles 3.907 contenedores en el país, dispuestos en los centros comerciales, almacenes de cadena, torres empresariales, empresas, cajas de compensación familiar, instituciones educativas, conjuntos residenciales, entidades gubernamentales, iglesias y en el sector hotelero, lugares donde las personas pueden llevar sus pilas domésticas desgastadas.