Este estratega en asuntos electorales defiende las encuestas, pero bien utilizadas.
Diego Corrales es el director de DC Estrategia y ha participado en más de 45 campañas políticas en el país al Congreso, a las alcaldías, gobernaciones y Concejos, y ha asesorado a líderes de ocho partidos y movimientos políticos.
Es ante todo un observador detallado y analítico de los procesos y resultados electorales, como el actual para la Presidencia de Colombia.
¿Diego qué hay rescatable de las pasadas elecciones legislativas?
Lo primero, es que las campañas que logren una buena “presidencialización” de la elección legislativa – a través de las consultas, por ejemplo –, logran tener buenos resultados para sus candidatos y sus listas.
Lo segundo, es que sigue imperando la votación a través de estructuras: lo complicado del tarjetón, la cantidad de candidatos y las prácticas clientelistas que subsisten en varias partes del país, hacen que esto siga así.
Y lo tercero, la votación interesante de opinión que tuvieron tanto políticos con experiencia como nuevos liderazgos, entre ellos la decisión del CD de abrir listas, los de Petro, los Verdes, posiblemente los de Colombia Justa, entre otros.
¿Cómo influyen los resultados para el Congreso en la elección presidencial?
En el sentido que logran mostrar una realidad en votos de la primera medición de fuerzas antes de la elección presidencial. Da una dimensión más aterrizada de quien tiene que. Ahora, que tan endosable sea eso para una campaña presidencial, sigue siendo el gran interrogante, porque lo demostrado a nivel general es que la gente para elegir su Presidente, Alcalde o Gobernador, en la intimidad de la urna, hacen lo que ellos quieren.
¿Cuál es tu análisis de la disputa por la Presidencia de Colombia?
Empezó interesante con tantas precandidaturas a finales del año pasado y las novelas alrededor de ellas. También porque la cabeza de punta ha tenido varios líderes. Además, tuvo un punto muy especial y alto en las semanas antes y después de las consultas, que motivaron la mayor participación electoral para el Congreso de los últimos años. Pero ahora se puso como sosa, nada se mueve, nada sorprende, todo sigue ahí tal como quedó después del 11 de marzo. Estancados, tanto los punteros como los que van atrás. Falta el escándalo de las últimas dos semanas que siempre ha aparecido.
¿Cómo está viendo a Iván Duque?
El solo hecho de Duque estar donde está, ya es meritorio. Demuestra inteligencia, sagacidad y capacidad de saber moverse. Es estudioso, disciplinado, y es una bisagra entre las posturas conservadoras de lo que representa a través del Centro Democrático, pero también de las realidades que plantean las nuevas generaciones y hacia dónde va el mundo.
Le critican su falta de experiencia, pero la gente sabe que la clave está en conformar un buen equipo, lograr consensos y tener liderazgo. ¿Sabe cuántos experimentados en el mundo le han ido mal y cuantos nuevos han sido innovadores y han sorprendido en el mundo? Hay muchos ejemplos de eso.
¿Pero por qué un desconocido está a las puertas de la casa de Nariño?
Por lo que representa. Duque no es sólo Duque, sino un colectivo de colombianos que se ven reflejados en él, en Uribe, o en las posturas que ese partido defiende.
Y una de las cosas que representa, es estar en contra de Santos. No son excluyentes. Ahora, ser desconocido resultó un activo para los del Centro Democrático, porque al no tener investigaciones o pasado cuestionado, las posibilidades de ataque eran menores.
¿Y a que se debe el auge de Petro como candidato de la izquierda?
Lo de Petro más que recoger un sentimiento de izquierda lo que hizo fue revivir el liberalismo de antaño.
Tengo la siguiente lectura. Desde que yo nací (1982) hasta hoy, Colombia ha tenido siete presidentes, cinco de ellos han tenido que ver con el Partido Liberal. Sin contar que La U y Cambio Radical fueron fundados en gran parte por disidencias liberales. Cuando se habla de figuras emblemáticas, siempre se recuerda a los liberales Gaitán o Galán. La mayoría del país, son estratos 1, 2 y 3, que fueron asociados al viejo liberalismo. Las principales encuestas cuando muestran afinidad, hasta antes del 11 de marzo, el Partido Liberal aparecía siempre de primero y segundo así no queden en votación en esos lugares. En muchas regiones del país persiste un sentimiento de liberalismo o ideas liberales que Petro revivió y supo recoger: la lucha por los excluidos, por la igualdad, por el progreso, por la educación, por los temas sociales, etc., son algunas cosas de las que habla Petro. Y si a eso le suma una conexión con la agenda de los jóvenes, alrededor de los animales, el medio ambiente, entre otros, pues conecta públicos y causas. Ahora, ¿le responderá ese público para alcanzar lo suficiente para segunda vuelta?
¿Pero es un peligro para Colombia?
Pues digamos que si replica el modelo que está utilizando en la campaña y cuando fue Alcalde de Bogotá, Colombia si tendría un gobierno muy complejo, de constante polarización, de división de la sociedad, de victimización permanente, de una lucha innecesaria de poderes que nos tendría como un hámster en una rueda: dando vueltas sin avanzar. La polarización es muy buena para las campañas, pero muy mala para gobernar.
¿Fajardo va mal?
Teniendo todos los elementos para una muy buena campaña, le pasaron tres cosas.
La primera, se tiró a la izquierda sin ninguna necesidad. Fue a pelear en un terreno que no es el suyo y que ya ocupa Petro, e hizo muchos de sus aliados y electores se asustaran y se fueran.
Dos, el relato que había construido para ganar en Antioquia, aunque sigue siendo poderoso y atractivo, no lo supo adaptar al contexto nacional.
Y tercero, le faltó – más al equipo que a él – la cancha de jugar en la política nacional. Y no habló de prácticas clientelistas ni nada de eso. Sino de la experiencia, el olfato y la capacidad de interpretación micro-segmentada que se necesita para hacer campaña en un país como Colombia.
¿Vargas Lleras está peor?
Vargas tenía un reto muy complejo y era como lograr ubicarse en un terreno de “centro-derecha” pero habiendo estado gobernando siete años con un gobierno de “centro-izquierda”. Y en medio de esa indefinición estratégica, empezó a ir de un lado a otro, hasta terminar quedando nuevamente como el candidato de Santos. Sumados a episodios asociados a su carácter, ciertas alianzas, entre otras cosas, hacen que las encuestas lo ubiquen así hoy. Pero yo creo que la principal dificultad fue esa: teniendo todas las capacidades, no supo encontrar su lugar en la cancha.
¿Por qué no pegó De La Calle?
Porque le apostó a un tema que no estaba en la agenda de la gente cotidiana– y que cuando aparecía era para mal – que era la paz. Él tenía más elementos que ese para jugar.
También porque terminó preso de las decisiones erradas de su partido. Y eso lo llevó a dar muchos tumbos en su campaña. Pero tenía muchos elementos a su favor, que, dadas ciertas circunstancias, no supo o pudo capitalizar.
¿Cree en la estadística electoral?
Por supuesto, bien utilizadas son fundamentales. La clave es lograr una integralidad entre todas las herramientas de investigación. Por ejemplo, las encuestas nos arrojan el dato de atrás hasta el momento que se recoge. Los fogus group, nos muestran hacia donde se podría ir. Mientras que el big data, nos puede mostrar en tiempo real. Por ejemplo, de todos los universos digitales, hay tres grandes dueños y mundos: el de Google y Youtube; el de Facebook, Instagram y Whatsapp; y el de Twitter. Y en cada uno, ocurren muchas cosas que ameritan lecturas, análisis e interpretaciones.