La musicalidad del habla argentina tiene algo, también, de italiana.
Curiosidades del idioma
El español argentino
A finales del siglo XIX (1800), casi el 75 % de la población de la Argentina venía de afuera: muchos italianos y muchos, aunque no tantos, gallegos. Pero esto no ocurrió porque sí: en 1853 y 1876, el Estado argentino incluyó dos normas cuyo fin era atraer extranjeros.
Así apareció el cocoliche, una hermosa mezcla de español con italiano. Los hablantes argentinos eligieron varias palabras de origen italiano (en Italia hay muchos dialectos, así que es impreciso hablar de “italiano”; mejor digo que eligieron palabras de dialectos de la hoy Italia). Eligieron “birra” en vez de cerveza, “laburar” en vez de trabajar, “facha” en vez de pinta (en Medellín también decimos “facha”) y el famoso “chau” en vez de “chao” para despedirse. La musicalidad del habla argentina tiene algo, también, de italiana.
“Oí” y “oía”, ¿por qué se tildan?
Son pasados del verbo oír, que también se tilda: “Yo oí un ruido” y “yo oía un ruido” (el primero es pasado perfecto, lo que quiere decir que el acto ya terminó, y el segundo es imperfecto. Creo que les hablé del pasado perfecto y del pasado imperfecto, pero si no, busquen en mi canal de YouTube un video que se llama “Pasado perfecto y pasado imperfecto en español”). Cerrado el paréntesis, ¿por qué se tildan estas conjugaciones tan cortas y que apenas tienen vocales? La respuesta es la misma para las dos: el hiato. La secuencia vocal cerrada (i, u) más vocal abierta (el resto) pide tilde cuando el acento va en la vocal cerrada, vaya primero o después de la abierta: María, caíste. “Oí” tiene dos sílabas y “oía” tres, porque, recuerden, hiato quiere decir que dos vocales seguidas están en sílabas diferentes.
De esas que casi nunca usamos
Cofia. No la usamos porque decimos, al menos en mi tierra, “gorra”. Es la prenda que llevan en la cabeza las enfermeras, camareras, sirvientas, etc.