Muestras recogidas por una fundación española indican que las grandes compañías promueven condiciones adecuadas para sus empleados, aún así, todavía hay exceso de horas laborales en el país.
En Colombia 50 empresas cuentan con la certificación en conciliación familiar entregada por la fundación española EFR, este sello otorgado después de pasar por un proceso de auditoría, indica que las compañías promueven buenas prácticas en la “nueva cultura sociolaboral”, basada en la flexibilidad, el respeto y el compromiso por parte del empleador y el empleado.
“La situación en cuanto a conciliación familiar en Colombia es buena, similar a la que podemos encontrar en España y en Europa. Pero hay que hacer una precisión, cuando hablamos de buena situación nos referimos a las grandes compañías, pero no incluiría en este grupo a las medianas y pequeñas empresas, porque allí se dan otras condiciones”, dijo el director de EFR, Roberto Martínez Fernández.
La fundación, según explicó su director, acumula doce años realizando vistas a organizaciones en todo el mundo para observar el estado de sus colaboradores, sus condiciones y las garantías que les ofrecen sus firmas para equilibrar su vida personal con el tiempo que pasan laborando.
La idea de monitorizar las condiciones bajo las que se desempeñan los trabajadores en el globo, según relató Martínez, surgió después de que un grupo de profesionales en España se percató de que la situación que se vivía en su país en aquel momento no era la mejor. El alto ejecutivo relató que se percibió una presión ejercida sobre las mujeres, en especial, sobre aquellas que decidían ser madres.
Problemas asociados a la ansiedad y al estrés comenzaron a incrementar debido al agite laboral y a la crisis económica de España durante 2008 y 2015, recordó el director, y aseguró que ese circulo caótico se transfirió a las nuevas generaciones, con trastornos de comportamiento y deficiente rendimiento escolar.
“Decidimos que había que hacer algo para cambiar ese rumbo. Por lo tanto resolvimos ir a las empresas. Creemos que ellas tienen una capacidad de transformación a través de su responsabilidad social, nuestro proyecto pretende tocar sus puertas, en principio las grandes, luego las medianas y por último las pequeñas, para que incorporen la “nueva cultura sociolaboral”.
Martínez advirtió que Colombia es uno de los países que más se excede en horas laborales al rededor del mundo. Reveló que el estándar de tiempo que un ciudadano local pasa produciendo puede llegar a las 50 horas, sin embargo, esos largos periodos al servicio de la empresa no indican mayor competitividad.
El alto ejecutivo de EFR señaló que el país cafetero no está dentro de los más competitivos a pesar de la sobrecarga laboral. A fin de cuentas, aseguró, ese exceso va repercutir en complicaciones anímicas, físicas y mentales para el empleado.
Un ejemplo entregado por Martínez para ilustrar los efectos de ese desfase entre el hogar y el trabajo está relacionado con la crianza de los menores. “En España hablamos de los niños llave”, explicó, que llevan ese objeto colgado al cuello porque sus padres no regresan hasta altas horas de la noche. “Son chicos que se están criando de manera autónoma y eso luego tiene un efecto tremendo para la sociedad”.
Por eso EFR trascendió las fronteras y visita compañías que de manera voluntaria quieren abrir sus puertas para demostrar que ofrecen todas las garantías a sus colaboradores. El director de esta fundación precisó que la auditoría para conceder la certificación en conciliación familiar consiste en una serie de entrevistas confidenciales.
“Solicitamos que nos habiliten una sala, el auditor va llamando de acuerdo a su criterio a una serie de personas, no podemos entrevistar a toda la planta porque sería una auditoría larguísima, pero tratamos de corroborar que es verás la aplicación de las medidas conciliatorias contempladas en los contratos”, dilucidó Martínez.
También sostuvo que mediante esas entrevistas discretas, tratan de establecer la existencia de barreras impuestas por los jefes a sus empleados a la hora de hacer efectivas las medidas de conciliación que tienen por derecho.
En algunos casos, dijo el alto ejecutivo, se registran voces de trabajadores indicando que podrían tener horarios en entrada y salida flexibles, pero sus mismos jefes les impiden hacer uso de ellos.
El director de EFR expresó que la meta de su fundación es visitar más y más compañías que de manera voluntaria quieran certificarse y demostrar que promueven buenas prácticas de cultura sociolaboral, que en el tiempo incrementen las organizaciones con deseos de visibilizar su responsabilidad.
La meta es llegar a un punto en el que todas las empresas obtengan el sello para dar más fuerza a su credibilidad corporativa, y las que finalmente se rehúsen a certificarse, ya sabrán que tipo de imagen proyectarán ante las demás.