La sociedad en la provincia de Antioquia, a finales de la Colonia, poseía un temperamento y unas características diferentes a las demás del Nuevo Reino de Granada. Esto explica por qué los procesos de la independencia también fueron distintos, por ejemplo, a los de Santa Fe de Bogotá.
La sociedad antioqueña en la independencia
La manera como estaba conformada la sociedad antioqueña al final de la Colonia, y la clase de relaciones que se daban dentro de ella son importantes para entender cómo y por qué los procesos de la independencia ocurrieron aquí de la forma como sucedieron.
Durante el siglo dieciocho y principios del diecinueve, la vida en la provincia de Antioquia se desarrollaba sin sobresaltos. La gente se dedicaba a sus actividades económicas, atendía sus obligaciones domésticas y poco más le interesaba.
El visitador Francisco de Silvestre ordenó en 1778 un censo de población en la provincia de Antioquia. Los resultados fueron 48.604 habitantes, distribuidos en 8.893 blancos, 2.514 indios, 28.406 libres (mestizos y mulatos) y 8.791 negros. Según el censo ordenado en 1788 por el virrey Antonio Caballero y Góngora, la población del virreinato de la Nueva Granada era de 1.279.443 habitantes, divididos en 751.178 blancos, 458.736 indios y 69.529 negros. De estos datos se observa que para la época la población total de Antioquia era apenas un veinticincoavo de la población del virreinato. Además, que la mayoría de la población en el virreinato era blanca, mientras que en Antioquia más de la mitad de la población era mestiza y mulata. Este factor tuvo mucha influencia en la movilidad social antioqueña que se menciona a continuación.
En los tiempos finales de la Colonia, en la provincia de Antioquia se produjo un proceso importante de dinámica social. Es bien conocido que durante la Colonia los mayores privilegios, en particular la propiedad de la tierra, el comercio, la minería y las pequeñas industrias artesanales, estaban en manos de los blancos nacidos en España. Sin embargo, paulatinamente fue permitiéndose que algunos blancos criollos y algunos mestizos fuesen asimilados a blancos y accedieran a esos bienes y actividades. Los más beneficiados fueron los cuarterones (hijos de tercerón y blanco, nietos de mestizo y blanco). Igualmente, en casos excepcionales a dichos asimilados se les permitió acceso a cargos menores de la administración pública, cuando no había peninsulares que pudieran asumirlos. Por ejemplo, en 1781 fue nombrado un mulato como alcalde de Arma, por la razón mencionada.
La sociedad en la provincia de Antioquia, a finales de la Colonia, poseía un temperamento y unas características diferentes a las demás del Nuevo Reino de Granada. Esto explica por qué los procesos de la independencia también fueron distintos, por ejemplo, a los de Santa Fe de Bogotá.
Medellín y Antioquia el 20 de julio de 1810
La inconformidad con el gobierno español venía creciendo en el virreinato de la Nueva Granada a principios del siglo XIX debido al estancamiento de la economía, el deficiente mantenimiento de las obras públicas y la discriminación contra los criollos, o sea los hijos de españoles nacidos en América. La suplantación del rey Fernando VII por el francés José Bonaparte, ordenada por Napoleón en 1808 exacerbó aún más el descontento.
El veinte de julio de 1810 un incidente entre un chapetón y un criollo disparó la reacción de ese ambiente de inconformidad y generó un levantamiento popular contra el virrey y su estructura de gobierno. El pueblo sublevado declaró el Cabildo y terminó declarando la independencia del gobierno español y constituyendo una Junta de Gobierno que reemplazaría al virrey Amar y Borbón.
Este fue expulsado con su familia y buena su corte, lo cual dejó el espacio abierto para que los criollos conformaran la Junta Suprema de Gobierno, como mecanismo de gobierno propio.
Estos hechos tuvieron poca trascendencia directa en Antioquia. Los blancos mantuvieron en general su lealtad al rey y no hubo una adhesión masiva a la declaración de independencia, a pesar de que muchos españoles estaban casados con criollas y tenían hijos que apoyaban la defensa de los derechos de los criollos. Sin embargo, se presentaron divisiones en algunas familias entre los que estaban a favor el rey y los que apoyaban la independencia.
Fuentes de consulta:
Duque Betancur, Francisco. “Historia de Antioquia”. Asamblea Departamental de Antioquia. Medellín, 1967.