Analistas consideran que la problemática de inseguridad en Medellín está altamente relacionada con la falta de oportunidades para los niños y jóvenes de la capital antioqueña.
Más de 570 muertes violentas, aumento de atracos y extorsiones en diferentes zonas de la ciudad, reclutamiento de jóvenes y niños por parte de bandas delincuenciales y el incremento de casos de violencia y asesinatos contra las mujeres, son algunas de las problemáticas que hoy, cuando termina este 2017 y según expertos consultados por EL MUNDO, opacan la gestión del alcalde Federico Gutiérrez y lo dejan con varias deudas pendientes para el año que llega.
Y es que en comparación de 2016, que cerró con 533 homicidios, este año hubo un incremento de asesinatos del 7,1%, sin mencionar que se registraron más de 50 feminicidios, lo que representa un aumento del 55% si se tiene en cuenta que el año anterior finalizó con 37 casos.
El presidente de la Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo de Medellín, Carlos Julio Díaz, considera que la estrategia de seguridad de la Administración Municipal no estuvo bien enfocada, pues “el alcalde se dedicó a perseguir las estructuras criminales y no ha acabarlas”.
“Tampoco desconozco que se hizo mucho énfasis en el tema de tecnología, por ejemplo con todo lo relacionado a las cámaras, el tema del helicóptero, incluso, se habla que para 2018 habrán cuatro drones vigilando la ciudad, pero yo creo que así no se debe contrarrestar el problema de inseguridad y por eso es necesaria una urgente revisión de la estrategia que se está utilizando”, dijo el veedor.
Según Díaz, los problemas de seguridad están muy relacionados a la falta de oportunidades para los jóvenes de la ciudad, “debido a que más del 50% hoy se encuentran desempleados”.
“La institucionalidad carece de estrategias para seducir a los jóvenes, por eso no es difícil ver que la ilegalidad los atrape y comiencen a formar parte de este ciclo de violencia que no se detiene y que nos ha convertido en la ciudad más violenta de Colombia. Está claro que en este tema tampoco se lograron mayores avances”, aseveró.
En ese punto coincide con la gestora cultural y líder del movimiento No Matarás, Maira Duque, quien siente que se están haciendo las cosas de forma equivocada porque, si bien no se puede desconocer la importancia de herramientas como cámaras y la presencia de policías y militares, “en Medellín el asunto de la prevención no ha sido una prioridad y no lo viene siendo desde hace mucho rato”.
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“Nosotros sentimos que es importante hacer una gran apuesta en términos presupuestales a temas de convivencia, de resolución temprana de conflictos, de abrazar a esos jóvenes que viven en muchos barrios y que han crecido toda la vida viendo y viviendo en la violencia y que, muy probablemente, van a terminar inmersos en esas dinámicas”, destacó.
Maira pertenece a ese grupo cívico que el pasado 29 de julio vertió anilina vegetal de color rojo en las fuentes de agua de San Antonio, Parque Bolívar, Pies Descalzos y el Teatro Pablo Tobón Uribe, representando la sangre derramada por los habitantes de la ciudad debido al aumento de homicidios registrados en la capital antioqueña.
“En su momento sentimos que hubo una criminalización de esta protesta pacífica por parte de la Administración Municipal, sin embargo, después de varios encuentros y varios espacios de diálogo, hemos visto que el alcalde Federico Gutiérrez comenzó a tener un viraje en su discurso, tanto así que en muchas de las ocasiones que toca el tema de inseguridad pone primero la palabra convivencia”, dijo esta promotora de iniciativas ciudadanas.
¿Para dónde va la ciudad?
Marta Villa, directora de la Corporación Región, expresó que la gran preocupación que han venido manifestando desde la entidad es que hoy, tras el segundo año de mandato del alcalde Federico Gutiérrez, “no tenemos ni idea para dónde va Medellín”.
“No hay una apuesta de ciudad, sólo hay fragmentos, acciones puntuales, algunas medidas equivocadas, otras no tanto, pero lo que sí vemos es que la ciudad no tiene un rumbo fijo a futuro ni al grado estratégico. Vamos a terminar esta Administración con acciones, pero sin un proyecto verdadero”, apuntó.
Villa dijo también que el mandatario de los medellinenses está en deuda con la ciudad, en el tema de participación social y en deuda con el avance y el proceso que Medellín tenía en muchos campos.
“Hemos insistido mucho en el tema de participación ciudadana. Esta Alcaldía es una Administración de espaldas a los procesos sociales y al acumulado de movimientos civiles y de organizaciones que hay en la ciudad. Eso lo advertimos desde un inicio y, aunque existen algunas dependencias en las que ha habido algunos intentos de modificación, en términos de orientación política no hay replanteamientos reales”, concluyó.
Las víctimas en Medellín
Desde la Corporación Región, organización civil que aporta a la construcción de una sociedad justa, democrática y en paz, también se mostraron preocupados debido al tema de víctimas en la ciudad, especialmente por la problemática de desplazamiento forzado.
“Nosotros hemos insistido durante este año que, muy asociado a los problemas de inseguridad, es que Medellín volvió a cifras impresionantes en términos de desplazamiento masivo. Frente a esa situación la ciudad tenía un acumulado institucional en el tema de prevención, pero tampoco se ha hecho uso frente a eso, lo cual es demasiado lamentable y preocupante vernos nuevamente en estas condiciones”, expresó Marta Villa.
Y es que según la directora de este movimiento social, y reconociendo que el tema de seguridad es bastante complejo de trabajar y que no requiere de una sola medida, sí manifestó que Medellín venía de una construcción de un plan integral de seguridad durante la Alcaldía pasada, “lo cual fue algo que se construyó con mucha participación ciudadana y cuando Federico Gutiérrez llegó dijo que iba a retomar estas políticas, sin embargo tampoco ha sido así”.
“Son erráticas las medidas que tienen que ver con militarización o que incluyen más Fuerza Pública en ciertos lugares, por ahí no es la cosa. Claro que es importante que se tomen medidas para combatir el crimen, pero deben estar acompañadas de políticas integrales que no hemos visto”, ultimó.