El incremento de cobertura debe darse focalizado, con base en las necesidades, vocaciones y potencialidades del territorio, y es en este aspecto en donde el Ministerio de Educación Nacional debe replantear la oferta educativa
Desde el Ministerio de Educación Nacional se han realizado grandes esfuerzos por definir políticas dirigidas a qué el país en sus diferentes niveles pueda contar con una oferta de educación con calidad para preparar al talento humano en las dinámicas actuales, condicionadas por la globalización, con las competencias necesarios para relacionarse y desempeñarse en la denominada aldea global.
Pero algo está pasando más allá del tema de la calidad, y en el mediano plazo, sino se toman los correctivos a tiempo, el sistema educativo entrará en crisis por una disminución en la demanda. Ya a hoy, hay instituciones tanto de formación básica como superior, que sienten la disminución en la matrícula de nuevos estudiantes, tanto así, que algunos colegios no tuvieron matriculados para abrir prekínder, eso significa que va una cohorte (14 años) con la silla vacía, y sí el fenómeno ocurre para el año siguiente, el paciente entra en estado agónico y de aplicación de los Santos Óleos.
Entre las razones dadas por los estamentos educativos es la incidencia en la baja tasa de natalidad del país cuando las familias de hoy piensan en uno o dos hijos y eso si mucho, y por consiguiente el envejecimiento poblacional, a su vez que hay mucha oferta de instituciones que como aves de rapiña deben captar al estudiante; pero no piensan muchas veces que el problema no es de demanda sino desde el mismo oferente. Por ejemplo, mantener altos costos de la matrícula, cuando perfectamente la estrategia puede estar encaminada a una reducción de precios para aumentar volumen, es mejor tener 2 a $600.000 qué uno a $800.000.
Aparte de los precios, está el paradigma de formación. ¿Qué tan actualizados están los modelos educativos de hoy?
Desde la academia se sigue peleando con el uso de las TIC en el aula, cuando ellas pueden convertirse en una herramienta útil de apoyo al proceso, ¿será más temor de los profesores por no estar a la par en el mundo interconectado? ¿Todavía se siguen modelos basados en la tradicional TTL-tiza, tablero y lengua? En donde su “majestad” tiene el poder del saber y no se abren puertas para que sus estudiosos hagan inmersión en la sociedad de la información y la comunicación, tal vez por temor a ser confrontados.
Otro tema que puede estar afectando la baja matrícula estudiantil en algunas instituciones está relacionado con el segundo idioma, cuando no deberíamos estar pensando en el segundo sino en un tercer idioma. Incluso, a hoy algunas instituciones apenas están empezando a desarrollar el bilingüismo, mientras que los nuevos competidores ya lo traen inmerso dentro del plan de estudios.
Es claro que la sociedad requiere de aumentar la cobertura en el servicio educativo, pero el incremento de cobertura debe darse focalizado, con base en las necesidades, vocaciones y potencialidades del territorio, y es en este aspecto en donde el Ministerio de Educación Nacional debe replantear la oferta educativa.
También una posible causa para ingresar al sistema educativo superior esté dado en la relación de la inversión vs la recuperación de la misma con largos tiempos cesantes por la dificultad qué se tiene en la consecución del primer empleo o por la baja remuneración para el recién graduado.
En el ambiente también se ventila la competencia de certificaciones digitales, cursos cortos a bajo costo que realizan y preparan esos talentos para lo qué realmente requieren las empresas, o el boom de los youtubers, qué encuentran una manera de hacer dinero sin pasar por las aulas de clase.
Es hora de abrir la discusión sobre estas realidades, con la participación activa y reflexiva de los diferentes estamentos, para evitar, realmente que le educación entre en crisis.