En la misa de Pascua de Resurrección, el Sumo Pontífice dedicó palabras a los afectados por la pandemia del covid-19 y pidió un cese al fuego en las naciones que mantienen conflictos armados.
Desde el interior de una vacía basílica de San Pedro y sin asomarse al balcón de la logia central, como es habitual, ya que la plaza está cerrada por las medidas ante la pandemia, el papa Francisco dedicó su mensaje de la Pascua al “desafío histórico” que atraviesan las naciones por el covid-19.
En su mensaje, el Sumo Pontífice se compadeció por todos aquellos que se están viendo afectados por la pandemia y afirmó: “El mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido, porque este no es el tiempo de la indiferencia, este no es el tiempo del egoísmo”.
A su vez, recordó especialmente a los ancianos y a las personas que están solas y también a quienes trabajan en los centros de salud, o viven en los cuarteles y en las cárceles, y rezó para que Jesús “conceda fortaleza y esperanza a los médicos y a los enfermeros, que en todas partes ofrecen un testimonio de cuidado y amor al prójimo hasta la extenuación de sus fuerzas y, no pocas veces, hasta el sacrificio de su propia salud”. Y también por "quienes trabajan asiduamente para garantizar los servicios esenciales necesarios para la convivencia civil, a las fuerzas del orden y a los militares, que en muchos países han contribuido a mitigar las dificultades y sufrimientos de la población".
Además, pidió a todos los países que afronten la pandemia unidos, y sugirió que una buena manera de ayudar es “reduciendo o incluso condonando la deuda que pesa en los presupuestos de los países más pobres”.
En sus palabras antes de la Bendición Urbi et Orbi 2020, Francisco además pidió que se “permita alcanzar soluciones prácticas e inmediatas en Venezuela, orientadas a facilitar la ayuda internacional a la población que sufre a causa de la grave coyuntura política, socioeconómica y sanitaria”.
Al tiempo que oró porque se “relajen” las sanciones internacionales de los países afectados, que, según pronunció, les impiden ofrecer a los propios ciudadanos una ayuda adecuada a las grandes necesidades del momento. “Que Jesús resucitado conceda esperanza a todos los pobres, a quienes viven en las periferias, a los prófugos y a los que no tienen un hogar”, dijo.
Igualmente, dedicó un espacio en su discurso a Europa, al considerar que “es muy urgente, sobre todo en las circunstancias actuales, que las rivalidades no recobren fuerza, sino que todos se reconozcan parte de una única familia y se sostengan mutuamente”. Y añadió: “Hoy, la Unión Europea se encuentra frente a un desafío histórico, del que dependerá no solo su futuro, sino el del mundo entero. Que no pierda la ocasión para demostrar, una vez más, la solidaridad, incluso recurriendo a soluciones innovadoras”.
El Pontífice también apeló a que la compasión es una actitud obligada en estos tiempos, él aseguró: “Es la única alternativa al egoísmo de los intereses particulares y a la tentación de volver al pasado, con el riesgo de poner a dura prueba la convivencia pacífica y el desarrollo de las próximas generaciones”, aseguró.
Asimismo, el papa Francisco pidió un alto al fuego y recordó que “este no puede ser tiempo de la división”, reiterando así su llamamiento para que se produzca “un alto el fuego global e inmediato en todos los rincones del mundo”, como vale recordar que también lo hizo recientemente el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Gueterres.
De esta forma, Francisco rezó para que se genere un cambio en las naciones que mantienen conflictos armados en sus territorios. “No es este el momento para seguir fabricando y vendiendo armas, gastando elevadas sumas de dinero que podrían usarse para cuidar personas y salvar vidas”, continuó la autoridad eclesial.
En su mensaje, se consignó: “Es tiempo para poner fin a la larga guerra que ha ensangrentado a Siria, al conflicto en Yemen, al de Ucrania y a las tensiones en Irak, como también en el Líbano. Es tiempo de que los israelíes y los palestinos reanuden el diálogo y que encuentren una solución estable y duradera que les permita a ambos vivir en paz”.
A continuación, puede ver la Santa Misa del día de Resurrección, celebrada por el Santo Padre Francisco, y la Bendición Urbi et Orbi, del canal en Youtube de Vatican Media: