Aunque ofrece más recursos y más cupos, el programa Generación E no convence a estudiantes, maestros y rectores de las universidades públicas.
Imagen de la movilización de la educación superior pública en el último mes.
El reemplazo de Ser Pilo Paga, creado durante el mandato de Juan Manuel Santos y que benefició a cerca de 40.000 jóvenes de escasos recursos, se llama Generación E y tras su presentación a la comunidad de educación superior pública del país ha dejado un sinsabor.
Nació con la promesa de llegar a los 32 departamentos de Colombia, donde se determinarán los mejores puntajes académicos de las diferentes regiones, “esto garantizará que jóvenes de todo el país puedan acceder al programa”, así lo manifestó el presidente Iván Duque.
Sin embargo, el grueso de la discordia radica en el tema financiación.
María Victoria Ángulo, jefe de la cartera, explicó que Generación E es “toda la apuesta por acceso y equidad” a la educación superior del Gobierno Nacional.
En sus palabras, el programa reúne en un mismo plato los alcances posibles de la política, fomento y equidad a la educación superior; los cuales, esa cartera prevé ir nutriendo con más recursos y mejores resultados.
Dentro de su línea de Excelencia, Generación E premiará a los estudiantes con los mejores puntajes en la prueba de Estado, Saber 11, con una estructura financiera diferente a la de Ser Pilo Paga, dentro de la misma el Estado reconocerá un valor, un monto, “el cual permitirá hacerle honor a lo público en una dupla con la universidad privada”, la cual la ministra declaró que está llamada a ser corresponsable.
No obstante, Jairo Miguel Torres, presidente del SUE (Sistema Universitario Estatal) y actual rector de la Universidad de Córdoba, descalificó esas líneas pues para él es un programa que dilata la crisis actual y “en un escenario tan crítico como el que atraviesan las IES (Instituciones de Educación Superior) públicas, posponer el ingreso de importantes rubros presupuestales aumenta la liquidez en caja e impide el pago oportuno de nóminas y compromisos contractuales”.
Igualmente, el SUE propone como alternativa a este punto la clasificación por estrato social que se posee de los estudiantes admitidos y el reconocimiento del costo operacional neto de cada programa, ello basándose en la información histórica de matrículas.
También, los rectores consideran necesario establecer un monto, “que puesto en la base presupuestal de las IES, garantice el cubrimiento de cada cohorte con el primer ingreso, agilice procesos y elimine trámites burocráticos engorrosos con su respectivo costo, y produzca ahorros en funcionamiento para las Instituciones de Educación Superior, el MEN (Ministerio de Educación Nacional) y el Icetex”, dice el comunicado del SUE.
A lo que la ministra Ángulo respondió que este programa contempla que el sector educación pueda recibir recursos del Sistema General de Regalías, y cabe destacar que esto representa una movida sin precedentes, que además deberá ser aprobada en el Congreso y hace parte de la propuesta que dio el presidente Duque a las IES públicas para buscar $1 billón adicional en el presupuesto de 2019.
Continuando, la ministra relató: “La línea de Excelencia fue estructurada para estabilizar la parte financiera. Le dará al país la posibilidad de traer dos grandes líneas que llevaban años sin estar en la agenda pública, avance en gratuidad con las instituciones públicas, tecnológicas, técnicas y universitarias, y la segunda, fortalecimiento de la educación pública”.
Por su parte, Alejandro de Zubiría, director de Calidad de Educación de la Fundación Alberto Merani y experto en el tema, destacó que programas como este permiten que lo que invierten los contribuyentes por estudiante pueda ser más bajo, es decir, “el costo del estudiante puede llegar a ser más bajo que el costo de un estudiante en una universidad pública. Naturalmente a todos nos interesa poder brindar una educación de buena calidad a un costo más bajo y Ser Pilo Paga logró eso”, declaró.
Y es que, como lo narró el experto a EL MUNDO, muy poca gente sabe que el costo de los estudiantes en las universidades públicas, si se hace juiciosamente el cálculo, es más alto que en la mayoría de las universidades privadas, y ese es un argumento que él consideró importante para continuar en el país con programas como el que le seguirá a Ser Pilo Paga.
Pero, ¿porqué ocurre esto que argumentó de Zubiría? Se debe a que a las universidades privadas les ha tocado competir, precisamente más con el programa Ser Pilo Paga, y eso las ha llevado a tener una eficiencia en costo mejor. “Mientras que las universidades públicas han estado subsidiadas toda la vida y se han vuelto ineficientes; finalmente, eso ha terminado redundado en que sus costos son muchos más altos”, dijo.
Ahora bien, el argumento del costo por estudiante coge un valor de importancia alto porque presupuesto no hay, eso está claro con las alertas de los rectores de las universidades, los pliegos de peticiones de los estudiantes, maestros y demás empleados del sistema universitario estatal, además de que ya el gobierno, en cabeza de su presidente, Iván Duque, y la jefe de la cartera de Educación, reconocieron públicamente la situación.
“Se sabe que las arcas del gobierno están muy desocupadas, y eso a pesar de que los impuestos están muy altos, entonces lo que tenemos que buscar ahora son soluciones de más bajo costo y no de alto costo”, relató Alejandro de Zubiría.
En un comunicado de la Unees, Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior, dice que Generación E representará “más endeudamiento”. Además, Jennifer Pedraza miembro de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior, Acrees, expresó a medios nacionales: “Generación E debería llamarse la generación de endeudados, porque insiste en las mismas políticas del gobierno anterior”.
Los estudiantes ven este nuevo programa un medio del sistema que privilegia el crédito como herramienta para la educación superior, quebrando las públicas”, así que para los estudiantes esta no es una propuesta que resuelva las exigencias que se han hecho en las movilizaciones en cuanto a Ser Pilo Paga.
Pedraza argumentó que con el fin del actual Ser Pilo Paga el gobierno debería permitir que existan los recursos para quienes están y esos recursos vuelvan a la educación pública.
Tres beneficios que Alejandro de Zubiría destacó de Ser Pilo Paga:
Costo por estudiante
“Uno va a las universidades públicas y queda impresionado con el mal estado de la infraestructura y de los edificios, y va a las universidades privadas y queda antes impresionado con la calidad de los edificios, pero, el presupuesto por estudiante que tienen las universidades públicas es más alto, que en la mayoría de las privadas”.
La libertad de elegir dónde estudiar
“Con un programa como Ser Pilo Paga es el estudiante el que decide dónde quiere estudiar, mientras que con un sistema donde sólo se subsidie la universidad pública, pues el estudiante o estudia en la universidad pública o no estudia, no tiene mayor margen de elección, y las universidades públicas tienen muy pocos cupos disponibles para la cantidad de estudiantes que se presentan.
Entonces, yo sí estoy de acuerdo con que la gente debe que tener libertad educativa. Sobretodo los estudiantes que vienen de estratos bajos, pues ellos también merecen la libertad de estar dónde ellos quieren estudiar, eso se los dio un programa de subsidio a la demanda como Ser Pilo Paga”.
Generación de competencia
“A mí me parece que Ser Pilo Paga generó competencia, ha hecho que las universidades públicas se pellizquen, que tengan un poco que competir por los estudiantes, y la competencia deriva siempre en mejor calidad, mejor servicio, más innovación, que considero es lo que le ha estado faltando hace mucho tiempo a las universidades públicas”.
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