En realidad no tengo claro si esa cantidad de comidas ¨pre-fabricadas" que viene en latas, cajas, papeles y plásticos, apareció justo después de la Segunda guerra mundial, pues desde la primera y desde siempre en los llamados campos de batalla era donde hubiera podido crecer la comidita natural, aquella que se comió por lo menos hasta nuestros bisabuelos, que por cierto tenían salud extra, vivían casi hasta los cien, no conocían el “stress” ni tenían que usar ninguna palabra de esas de moda hoy, que sirven para quejarse y renegar.

Pero con las dos guerras mundiales, y aún antes con la revolución industrial de los ingleses, la cosa cambió y fue cuando las mujeres comenzaron a trabajar en todos los oficios, inclusive en aquellos que se suponía eran sólo para los hombres. Ellas no querían únicamente cocinar y hacer oficios domésticos. Solas en su casa, sin que ni siquiera llegara algún maridito para compartir, supongo estaban muy aburridas. Y un tiempo con las luces apagadas, tanto dentro de la casa como afuera, para que no se viera dónde había alguna población para bombardear.

Por otra parte, alguien tenía que seguir trabajando en las fábricas para que el país no cayera en más ruina y desolación. Además, ellas querían y necesitaban plata ¡Los maridos no estaban llevando la platica a la casa, estaban guerreando y ni siquiera se sabía dónde!

De esto nos enterábamos aquí en nuestra América tan pacífica (no se rían) no sólo por cartas, prensa y radio, sino yendo a cine, pues allí, especialmente en los cortos ingleses, nos mostraban fábricas llenas de mujeres.

Cuentan que la Revolución Industrial había comenzado en Inglaterra bastante antes de las guerras mundiales que fueron en el siglo XX, pues comenzó en el siglo XVIII.

Siempre que surge algo, hay INTERESES CREADOS, como explica la vieja pieza de teatro de Jacinto Benavente.

Lo mismo que la comida, con tal de vender dicen que tiene LARGA VIDA, y viene en GRAN EMPAQUE.

Antes, carros tirados por caballos llevaba la leche en grandes canecas creo de metal y madera, paraban en cada casa, los dueños ponían dos o tres litros de vidrio limpios en su acera, con la plata debajo. Pues allí pasaba el carro con la mejor leche fresca de las fincas, llenaban las botellas y ponían tapitas de cartón.

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Bueno, en todo caso ahora se sabe y nos lo dicen todos los que saben de salud, que es necesario comer frutas y verduras frescas y tomar agua pura. En lo posible nada que venga empacado y ya cocinado, pues en realidad es imposible adivinar cómo fue preparado y cuánto lleva en ese empaque, pues por más esfuerzos que se hagan siempre será un empaque. Hace ya algún tiempo los quesitos venían envueltos en hojas verdes, y la panela en hojas secas...

Ah, y acabo de leer que un hombre de Arizona (USA) cumplió 114 años alimentándose como le había enseñado su papá médico: Con miel de abejas, chocolate, canela, aceite de oliva, ajo, y siempre frutas y vegetales frescos, cultivados naturalmente. Mucho ojo a esto: Naturalmente… Porque ahora hay cultivos sospechosos, por sus semillas, abonos y fortificantes.

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NOTA: ¡Sabían ustedes que en los EE UU uno puede comprar un periodico medio barato con letra chiquita y uno más costosito con letra más grande! ¡Bueno cada uno verá, pero hay que cuidar los ojos! ¡Porque también se puede no leer, no comprar periódicos, o leerlos por aquí, oír la radio, poner la tele, o no saber qué está pasando, aunque no sé qué tanto convenga “vivir al margen”!

¿Y no será que los vendedores de anteojos y de lupas están detrás de todo eso?