El mundo en el que hoy vivimos necesita urgentemente una revolución que modifique toda su estructura para que justamente todos y cada uno de los ciudadanos disfrutemos la felicidad de existir, sin que se den privilegios que beneficien a unos pocos cuando la gran población sufre gravísimas cosas como son la pobreza y la ignorancia.

En el mundo actual el profesor más destacado es ‘televisión’, entidad que maneja toda la sociedad, pero este medio de comunicación es simplemente un negocio de unas pocas personas y entidades. La televisión sin darse cuenta enseña estrategias a los delincuentes para que no sean castigados. Tampoco sabemos cuántos años de nuestro promedio de vida la pasamos viendo televisión, próspero negocio para unos pocos, y uno se pregunta cuáles son las estrategias educativas que realmente usan esos pocos propietarios de la televisión. Es como si cada ser humano tuviera que pedir permiso para ‘respirar’, reconociendo ese derecho al negocio de unas pocas personas.

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Otro sector en el que se encuentran grandes injusticias es el de la ‘alimentación’ pues en esta nación hay sectores que se alimentan y se nutren en forma colosal cuando al mismo tiempo hay sectores sociales que carecen de alimentación básica, pero quienes suministración a los poderosos despilfarran miles de toneladas en basureros.

Lo justo sería que todos y cada uno de los colombianos tuviéramos alimentación adecuada pues cada ser humano tiene derecho a alimentarse pero sin despilfarros y tanto el sistema alimenticio como educativo requieren cambios estructurales de gran tamaño.

No tenemos en la actualidad ningún candidato político que sea capaz de enfrentar esos enormes temas sociales que llevan a que diariamente mueran por desnutrición unas personas cuando otras despilfarran y hacen que se boten cantidades enormes de comida.

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