Uno se pregunta cómo entidades internacionales toleran que países como Rusia vendan letales armamentos
AK-47 parece ser el nombre de los fusiles usados por nuestros guerrilleros y hasta es posible que unas siete mil unidades fueran entregadas por la Farc. Esto nos hace preguntar cómo la guerrilla las compró y cuánto dinero pagaron por ellas.
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El primer dato importante sobre este asunto es que el origen se inicia en Rusia, país en donde se diseñó y se fabrican las armas y que son distribuidas por todos los continentes, y parece que el costo aproximado de cada unidad es de un millón de pesos. Pero todo ello nos lleva a preguntarnos cómo es que un importantísimo país como Rusia permite la fabricación y venta de esas armas, las que en Colombia han dejado miles y miles de muertos. Al mismo tiempo uno se pregunta cómo entidades internacionales toleran que países como Rusia vendan letales armamentos.
¿Cuántas vidas y cuántos millones de pesos ha pagado Colombia mientras nuestros guerrilleros compran letales armamentos, los que directamente matan a miles de colombianos?
No hay ningún a explicación real que justifique la fabricación y venta de armas a grupos de guerrilleros ilegales, al mismo tiempo que las autoridades colombianas deberían presentar quejas concretas a entidades como las Naciones Unidas y también ante la OEA.
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En Colombia pareciera que los altos intelectuales permanecen mudos ante hechos espantosos como este que se está explicando. Imperdonable también es el silencio de los medios de comunicación, que permanecen indiferentes frente a hechos espantosos como es la compra y utilización de letales armas, las que en realidad han llevado a la muerte a miles de seres humanos.
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En el mundo entero se debería frenar la venta de armas a entidades ilegales, las que aparentan erróneamente justificar su existencia con ideologías políticas que en la actualidad han sido superadas.