Desde el pasado 16 de mayo, la población de Buenaventura dio inicio a un paro cívico en torno a diferentes exigencias referentes a la salud, educación, seguridad, empleabilidad y servicios públicos con el fin de que el Gobierno solucione una deuda histórica debido a la falta de atención estatal en este territorio. No obstante, al completarse 16 días en cese de actividades, el principal puerto de Colombia en el Pacífico por donde se transportaron 13,8 millones de toneladas el año pasado y que se destaca porque mueve el 78% de los contenedores del país se ha visto altamente afectado por esta parálisis.

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Víctor Julio González, gerente de la Sociedad Portuaria de Buenaventura manifestó a medios radiales que si esta situación continúa una semana más, los barcos deberán seguir derecho por falta de espacio y no deternerse en las inmediaciones del puerto. Alrededor de 15 a 20 embarcaciones se encuentran represadas con nueve contenedores, miles de vehículos, 60.000 toneladas de acero, entre otros. "La situación es compleja porque ya no hay espacio para graneles", concluyó el director portuario.

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Durante las dos semanas y media de paro, se han propiciado desórdenes públicos, saqueos a comercios y de igual forma los bonaverenses han denunciado los enfrentamientos entre la fuerza pública y la comunidad.