La organización civil italiana de desminado humanitario, Perigeo, estará a cargo de las labores de remoción de esos artefactos en tres municipios del departamento de Nariño, como parte del plan acordado por el Gobierno y las Farc en el marco del proceso de paz, informó la Presidencia.

Así lo anunció este martes la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal-Descontamina Colombia en un comunicado difundido por la Presidencia, el cual indica que las tareas se desarrollarán en los municipios de Leiva, Cumbitara y Roberto Payán.

En Leiva, según el comunicado, la operación será apoyada financieramente por el Gobierno de Italia, que destinará 200.000 euros (unos US$225.553). Además la Brigada de Desminado Humanitario de las Fuerzas Militares y la organización The Halo Trust realizarán intervenciones en Ipiales y Puerres, también en Nariño.

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El plan de trabajo de la Acción Integral contra Minas Antipersonal (Aicma) en Nariño, que incluye una intervención en despeje, Educación en el Riesgo de Minas Antipersonal (ERM) y Asistencia Integral a las Víctimas (AIV), fue presentado por el director de Descontamina Colombia, Sergio Bueno Aguirre, junto al gobernador de Nariño, Camilo Romero, añadió la información.

Nariño ocupa el cuarto lugar entre los departamentos del país con mayor número de víctimas por Minas Antipersonal (MAP), Municiones sin Explotar (Muse) y Artefactos Explosivos Improvisados (AEI), al totalizar 860 afectados, detalló la Presidencia. El área estimada de contaminación en Nariño es de casi tres millones de metros cuadrados.

El desminado humanitario comenzó cuando el Gobierno y las Farc estaban todavía en conflicto y la mesa de diálogos en La Habana estaba lejos de llegar al Acuerdo de Paz que firmaron el pasado 24 de noviembre.

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Entonces, el Gobierno y las Farc llegaron a un acuerdo para trabajar juntos como parte de la construcción de medidas de confianza y para reducir la intensidad del conflicto armado de más de medio siglo.

Según datos oficiales, entre 1990 y el 30 de septiembre del año pasado las minas antipersona causaron en Colombia 11.460 víctimas directas, entre muertos y heridos, tanto militares como policías y civiles.