La Unión Europea decidió extender estas medidas de presión hasta el 31 de enero de 2018 por la intervención de los ejércitos prorusos en Crimea.
La Unión Europea (UE) prorrogó este miércoles otros seis meses las sanciones económicas a Rusia por su papel en la crisis separatista en el este de Ucrania y por no haber aplicado suficientemente los acuerdos de paz de Minsk.
El Consejo de la UE (en el que están representados los 28 Estados miembros) así lo aprobó mediante procedimiento escrito.
La decisión definitiva para prolongar las sanciones hasta el 31 de enero de 2018 se produce después de que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión alcanzaran un acuerdo político al respecto durante la cumbre de los pasados 22 y 23 de junio.
Entonces, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, pusieron al día a los demás líderes sobre la aplicación de los acuerdos de Minsk, que buscan poner fin a la crisis en el este de Ucrania.
Las sanciones se introdujeron el 31 de julio de 2014, inicialmente por un período de un año, en respuesta a "las acciones emprendidas por Rusia que suponían la desestabilización de la situación en Ucrania", recordó el Consejo.
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A continuación, se reforzaron en septiembre de ese mismo año y, desde entonces, se han ido prorrogando.
Las sanciones están centradas en los sectores de las finanzas, la energía y la defensa, así como en el ámbito de los productos de doble uso; civil y militar.
En su cumbre de marzo de 2015, los jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea acordaron vincular la duración de las sanciones a la plena aplicación de los acuerdos de paz de Minsk entre los rebeldes prorrusos y las autoridades ucranianas, que estaba prevista inicialmente para el 31 de diciembre de 2015.
Esos acuerdos incluyen, entre otros aspectos, un alto el fuego, la retirada del armamento pesado o la devolución de la gestión de la frontera Este a las autoridades ucranianas.
Dado que en esa fecha no se habían aplicado plenamente, el Consejo prorrogó las sanciones hasta el 31 de julio de 2016 y el 1de julio de 2016 volvió a extenderlas hasta el 31 de enero de 2017.
Las sanciones económicas prorrogadas limitan el acceso a los mercados primario y secundario de capitales de la UE para cinco importantes entidades financieras rusas (Sberbank, VTB Bank, Gazprombank, Vnesheconombank y Rosseljozbank) con participación mayoritaria del Estado y sus filiales, también con participación mayoritaria estatal, establecidas fuera de la UE.
Igualmente, afectan a tres importantes empresas rusas del sector de la energía y otras tres de defensa.
Además, imponen una prohibición de exportación e importación de armas y un veto a la exportación de productos de doble uso, bien para uso militar, bien para usuarios militares finales en Rusia.
Del mismo modo, restringen el acceso de Rusia a determinadas tecnologías y servicios sensibles que pueden utilizarse para la producción y la exploración petrolíferas.