El Ejército iraquí está a punto de recuperar Mosul, tras tres años de ocupación yihadista. En cambio, en Raqqa, capital del califato, el Estado Islámico adelanta una ofensiva para recuperarla
Ruinas. Eso es Mosul hoy. El Ejército de Iraq está a pocas horas de arrebatársela a los yihadistas; y a muchos años de reconstruirla. Tres décadas demorará reedificarla, dicen expertos.
El Paraíso, como le llaman a esa ciudad, a siete horas de la capital Bagdad, mantendrá su esencia, dicen sus sobrevivientes, optimistas por lo que creen es la inminente recuperación de uno de los bastiones del Estado Islámico.
Las imágenes que llegan de la ciudad la muestran desolada y destruida, recorrida apenas por unos cuantos que huyen, que escapan, con el rostro atemorizado, del fuego cruzado. De la muerte.
En medio de las denuncias hechas por Human Rights Watch sobre abusos y ejecuciones a civiles perpetrados por las fuerzas iraquíes durante la fase final de la ofensiva para derrotar al EI, los habitantes de Mosul ya piensan en la reconstrucción de la ciudad y de la totalidad de los minaretes y las mezquitas, destruidos por los yihadistas.
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Para el imam Julián Zapata, cofundador de la Comunidad Islámica de Colombia, “no se puede medir la pérdida de la civilización con Mosul, solo el tiempo lo dirá”.
Laiz al Obeidi, un historiador local, por su parte, dijo que Mosul “sigue siendo la misma, puesto que quien preserva su identidad son sus ciudadanos”.
Recordó que en los últimos tres años, el grupo Estado Islámico destruyó la mezquita de Al Nuri, el minarete Al Hadba, el mausoleo del profeta Jonás y además robó muchas piezas milenarias de valor histórico “y no por eso Mosul perdió su identidad”.
Por su parte, el escritor Mohamed Sami al Ramadani señaló que el objetivo del EI desde que llegó hace tres años siempre fue destruir todos los signos de la ciudad y todas las pruebas de la santidad de los lugares religiosos.
A través de videos se pudo apreciar cómo destrozaban estatuas, vajillas, esculturas, escrituras, entre otras cosas, del Museo de Mosul; de la ciudad. Destrucción que, sin embargo, los yihadistas atribuyen a la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
El pasado 19 de junio, el Ejército iraquí lanzó la última fase de la ofensiva para expulsar a los combatientes de EI de la zona histórica de Mosul, que hasta la llegada de los extremistas, era la segunda mayor ciudad de Iraq.
Desplazamiento
Según el Ministerio de Desplazados y Migraciones iraquí, 300.141 personas huyeron desde que el EI llegó en 2014 y, de acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), 180.000 personas buscaron refugios en otras ciudades desde que se inició la retoma, en octubre del año pasado.
Zapata asegura que los esfuerzos militares solo tendrán sentido si se elimina la raíz del problema, que para el religioso es la ideología salafista wahabí tafkirista del islam, profesada e internacionalizada por Arabia Saudita y Catar.
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Por su parte, Olmer Muñoz, docente de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), el EI perdió una de las ciudades más importantes y emblemáticas que dominaban, convertida en un fortín político y religioso.
“El EI, de tendencia sunita, quería imponer todo un modelo político-religioso en el país. Ahora los chiíes y cristianos podrán retornar a sus cultos tradicionales sin temor, en teoría, a ser perseguidos”, explicó el docente.
Raqqa es el próximo objetivo
El EI enfrenta, desde hace tres semanas, una fuerte ofensiva en su capital ‘de facto’, Raqqa, en Siria, liderada por las milicias kurdas agrupadas en las Fuerzas de Siria (FDS),que ya recuperaron el 30% de la ciudad.
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“Controlamos en torno al 30% de la localidad, dominamos los barrios de Al Meshlab y Al Siná, en el este; y, en el oeste, los distritos de Al Rumaniya y Al Sabahía, entre otros”, dijo el portavoz de las Fuerzas de Élite Sirias, Mohamed Jaled Shaker.
En esa ciudad también se está viviendo una crisis humanitaria. Alrededor de 100.000 civiles están atrapados en medio de los combates, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
“Raqqa es una ciudad en Siria importante, geoestratégicamente hablando. Lograr nuevamente la conquista de ese territorio favorece a Bashar Al Assad, que podrá controlar esa región, y a las milicias kurdas, que ya no tendrán el asedio del EI” afirmó Muñoz.
Concluyó que lo más probable es que se anuncie en los próximos días su liberación.
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