Óscar López es el boricua que fue condenado en 1981 y sentenciado a 55 años de prisión acusado por Estados Unidos de ser miembro de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico (Faln) y por supuesta conspiración para derrocar al Gobierno estadounidense.
El independentista puertorriqueño Óscar López, de 74 años, quedó este miércoles en libertad tras más de 30 años en la cárcel, de los que ha pasado poco más de tres meses bajo arresto domiciliario en San Juan.
López acudió al Tribunal Federal de la capital puertorriqueña donde se le retirará un aparato electrónico con el que controlaban sus movimientos y firmará la documentación precisa. En enero recibió el perdón del entonces presidente estadounidense Barack Obama, tras más de 30 años en la cárcel en Estados Unidos y se le permitió regresar a Puerto Rico para cumplir la última parte bajo confinamiento domiciliario.
En sus primeras declaraciones a la prensa que se concentraba a las puertas del edificio, dijo que sale de prisión dispuesto a "luchar y trabajar".
El líder nacionalista fue agasajado a su salida de la casa por un coro del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), en huelga desde hace seis semanas por los recortes de impuestos por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) a la institución, y coreado a los gritos de "Libre, Óscar libre".
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En sus declaraciones a la prensa en la residencia de su hija animó a los estudiantes a continuar la lucha y "hacer todo lo posible para protegerla". "Necesitamos querer para poder (salir adelante de la crisis) -agregó- hay que defender la patria". "Somos un pueblo con amor en nuestros corazones, no creo en el sectarismo", añadió.
López salió de la residencia de su hija acompañado de sus familiares más cercanos, equipo legal, amigos y la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Cruz.