Las granjas urbanas son una alternativa para producir alimentos desde casa y de manera ecológica. El diámetro de un patio, un jardín o una terraza es suficiente para cultivar hortalizas y peces mediante la técnica de Acuaponía.
Es difícil imaginarse todo un cultivo de hortalizas y peces en el patio de una casa, o en un jardín, pero es posible. Ese es el ingenioso valor que posee la propuesta de granjas urbanas, una práctica agropecuaria doméstica que además recicla el agua y utiliza energía solar.
“A veces nos limitamos porque no tenemos un espacio grande, pero en un metro cuadrado se pueden optimizar todos los recursos y producir víveres para el consumo diario”, dijo Dani Muñoz, quien hace parte de Carpe Diem, un colectivo interdisciplinario conformado por 19 personas que busca un cambio social positivo en la forma como tradicionalmente obtienen los alimentos los medellineneses.
Una granja urbana es un espacio, ubicado dentro de cualquier domicilio, dedicado a la producción de vegetales, plantas aromáticas y el cultivo de peces.
La producción de las hortalizas y el cultivo de peces están enlazados.
Alvaro Urquijo, ingeniero agrónomo, director del grupo El Faro, explicó que en una granja de estas características la porción de agua llega hasta los tanques que albergan las tilapias; el proceso continúa cuando el fluido aparentemente contaminado regresa hasta los cultivos, pero en realidad los microorganismos que contiene ese líquido son aprovechados como nutrientes para las plantas, este ciclo repetitivo se conoce como Acuaponía.
Por esta razón las granjas urbanas son una alternativa ecológica que optimiza recursos para cuidar del medio ambiente. También salvan vidas, pues los microorganismos que están en el ambiente son aprovechados para beneficio de los cultivos.
En Medellín las granjas urbanas aún no hacen parte del estilo de vida de sus habitantes. La primera granja urbana que cumple con las características especificadas se está desarrollando por iniciativa de la Corporación Superarse, en alianza con Carpe Diem.
Dichas asociaciones están replicando una idea que llegó procedente del Bajo Cauca antioqueño, donde los campesinos a causa del conflicto armado perdieron parte de su terreno e implementaron una nueva técnica para aprovechar el reducido espacio de sus parcelas.
El grupo El Faro, en cabeza de Álvaro Urquijo, asesoró a la mencionada comunidad rural en la implementación de la Acuaponía, la idea que ahora surge como una alternativa que ofrece un desarrollo sostenible y amigable con el medio ambiente.
En la sede de la Corporación Superarse tendrá vida la primera granja urbana de Medellín, es un proyecto que se encuentra en fase de construcción. El colectivo Carpe Diem acompañará la propuesta hasta el momento en el que finalice la construcción y posterior fase de producción, divulgación y comercialización, propuesta que se prevé esté lista en agosto de este año.
Los promotores del proyecto esperan que más voluntarios quieran aportar a la creación y manutención de la granja urbana perteneciente a la Corporación Superarse. Los interesados en unirse pueden escribir al correo: direccion@hrt.edu.co.
Visión Verde es un proyecto que pretende acompañar a la Corporación Superarse, que brinda asistencia a los niños en estado de abandono o que se encuentran en riesgo de ver vulnerados sus derechos, la corporación se fundó en 1970 y desde esa época trabaja por los menores.
Sin embargo, al ser una organización privada no recibe los recursos suficientes por parte de entidades públicas. Por eso, el colectivo Carpe Diem decidió concentrar su esfuerzo en la creación de la granja urbana que dotará a la corporación de un modelo de producción autosostenible para seguir cumpliéndole a los niños con el presupuesto que garantiza su apoyo psicosocial.
Luego de varios recorridos en búsqueda de las mejores iniciativas, miembros de Carpe Diem llegaron a la sede de Superarse ubicada en el barrio Prado, allí se cruzaron con la propuesta de la granja que se proyectaba tímidamente; entonces decidieron vincularse a la iniciativa de las granjas urbanas, y de esta manera impulsarán una idea que no solo generará recursos, también incentivará un consumo responsable y amigable con el medio ambiente.
“Nosotros queremos que a través de estas granjas, los chicos de Superarse puedan vivir dignamente, y yo no dudo que el día de mañana esto lo repliquen en otros espacios”, así expresó su visión del proyecto Mary Urquijo, integrante de Carpe Diem y capitana del grupo de 19 voluntarios activos en Visión Verde.
El trabajo de Carpe Diem
Carpe Diem es un colectivo conformado por 19 personas con diferentes profesiones, este grupo decidió buscar una manera de contribuir al desarrollo social sostenible a través de su iniciativa “Visión Verde” en la ciudad de Medellín.