Cuando a la novia le ofrecen matrimonio, se imagina en el altar con el vestido de sus sueños. Para lograr que ese momento sea perfecto hay que invertir tiempo y asesorarse de manera adecuada.
La elección del vestido es súper importante, es de los primeros pensamientos que tiene una novia cuando le piden matrimonio: inmediatamente ella imagina una princesa en una iglesia y empieza visualizar su vestido, que de pronto en sus sueños ya lo tiene programado”, señaló la diseñadora Luz María de Abad.
Albita Moncada, diseñadora de la tienda de novias La Esposa, explicó que la elección del vestido “tiene que ver con las personalidad y los gustos”. Agregó que hay que pensar si la boda va a ser campestre o una fiesta en la noche, pero que no es algo determinante como sí lo es los deseos de la futura esposa, “por ejemplo, hay novias que deciden casarse con un vestido clásico en una evento no tan formal”.
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Actualmente “viene muy fuerte la manga larga, el cuello alto; con encaje superior, en la parte inferior, todo encaje o todo sencillo. Hay novias supremamente sencillas que quieren un vestido con algo de encaje y la parte superior o inferior lisa. Es algo muy actual porque las jóvenes son muy descomplicadas”, aseveró de Abad, refiriendose a la libertad de elección del vestido.
Moncada complementó que en el 2017 y 2018 tiene mucha fuerza los vestidos lisos, sin encaje.
En opinión de Johan Hoyos, fotógrafo de modas de casa Luifer, es importante que el vestido sea sobrio, “a veces las cosas que son muy sobrecargadas, que llevan mucho encaje, canotillo, moño, pueden pesar. Me parece que entre más sobrias se ven mucho mejor. También una novia debe mirar su estatura, si el vestido es muy grande, entonces se verá un poco más baja, la idea es que se vea más estilizada, tipo princesa”.
En cuanto a los tonos, Moncada señaló que el blanco puro nunca va perder actualidad, aunque ahora el color de moda es el ivory (marfil) junto a los colores pastel.
De Abad agregó que “tienen mucha fuerza los escotes profundos en la espalda, con trasparencias en la parte superior en un tono más dorado, en un tul en color piel que se trasparenta y parece que no lo tuviera, pero ayuda a que uno haga un tatuaje con el encaje en la piel”.
Las novias, en cuanto al velo, “se sueñan una mantillas, todas mueren con una”, indicó la diseñadora.
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Paso a paso
La novia “generalmente elige primero el vestido, para poder escoger la lencería adecuada, muchas optan por un vestido de escote profundo y compran un corcé espectacular, pero desafortunadamente no se lo pueden poner porque no cuadran los escotes; eso pasa mucho y no lo suelen tener en cuenta. Primero el vestido, después la ropa interior, los zapatos, el tocado y el maquillaje, ese es el orden”, especificó de Abad.
“Es muy importante que la novia tenga un preconcepto de qué es lo que quiere a la hora de casarse y, sobre todo, que se sienta muy cómoda. Yo le aconsejaría que lo disfrute mucho porque es un día realmente inolvidable”, afirmó Hoyos.
En lo referente al presupuesto, de Abad concluyó que “uno puede quedar muy linda sin necesidad de gastar demasiado dinero. Para todos los presupuestos hay vestido, hay novias muy sencillas que quedan tan preciosas como la novia que se gastó millones. Lo más importante es que su vestido le quede bien hecho, que sea una buena elección a su figura, que el color cuadre bien al tono de piel, que sea acorde a su estatura. El presupuesto más alto no es siempre el ideal”.