Las 60 obras del Museo de Cluny que se expondrán por primera vez en Sudamérica, en el Museo Nacional en Bogotá, pertenecen al periodo comprendido entre el siglo XII e inicios del siglo XVI.
El Ministerio de Cultura, en alianza con el Museo Cluny de París - Museo Nacional de la Edad Media y con el apoyo del Instituto Francés y su Comité de Mecenas, presentarán del 28 de abril al 30 de julio en las salas del Museo Nacional la exposición Arte y naturaleza en la Edad Media.
Lea también: Liquidada la Corporacion Amigos Museo Casa Memoria
Por medio de 60 piezas, realizadas en el periodo comprendido entre el siglo XII y comienzos del siglo XVI, se buscará dar a conocer algunas de las características esenciales del arte medieval, así como su relación con la naturaleza y la forma en que fue representada en cuatro siglos de la Edad Media.
El tema fue escogido porque permite una nueva aproximación a la cultura medieval en Europa, tiene una dimensión universal y permite un diálogo complementario con un selecto grupo de piezas patrimoniales de las colecciones de arqueología del Icanh que resguarda el Museo Nacional de Colombia, las cuales son cronológicamente coincidentes con ese periodo del arte europeo.
Lea también: Nuevas exposiciones en el Muua desde el 25 de abril
A propósito de la exposición, Elisabeth Taburet-Delahaye, directora del Museo de Cluny, comentó que es “una oportunidad para presentar las obras ante la mirada fresca del público colombiano. Esperamos que dicho público se encuentre con estos ejemplos del arte medieval europeo, escogidos con la intención de despertar el mismo entusiasmo con el que los primeros coleccionistas reconocieron el valor de este periodo durante el siglo XIX, y que experimenten el mismo asombro con el que los escritores y artistas medievales observaron la naturaleza”.
Entre las obras seleccionadas para la muestra se encuentran seis tapices representativos de una de las técnicas más significativas en la Edad Media, el tejido, a través de la cual se creaban tapicerías de gran tamaño en las que se narraban historias y aspectos de la vida cotidiana; además, cinco pergaminos que dan cuenta de otra de las técnicas características del periodo: la inclusión de decoración en los bordes manuscritos para complementar el texto, proceso realizado, en muchas oportunidades, con el uso de oro y plata; por último, vitrales que recuerdan las catedrales románicas y góticas. Todas las piezas provienen de diferentes regiones europeas: Francia, los países germánicos, Italia y España.