Diego Aristizábal quiere creer en la palabra del alcalde

Autor: Yonatan A. Rodriguez Alvarez
14 mayo de 2017 - 07:00 PM

Luego de la renuncia de Juan Diego Mejía a la dirección de los Eventos del Libro, la Alcaldía designó al comunicador y docente Diego Aristizábal.

Medellín

Diego Aristizábal será el nuevo director de los Eventos del Libro de Medellín, conjunto de citas literarias que incluye la Fiesta del Libro, la Parada Juvenil de la Lectura y los Días del Libro. El comunicador y docente de periodismo, quien se desempeñó hasta el pasado lunes como jefe de prensa de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), dijo que buscará que su dirección esté marcada por el protagonismo del libro, no sólo durante los eventos, sino en la vida cotidiana de la ciudad. Así se lo contó a EL MUNDO.

¿Cómo fue le proceso de selección en el que resultó elegido?

Supe que mi nombre se estaba barajando desde hace un par de meses en los procedimientos internos que allí se manejan. Me pareció una noticia chévere, pero no tenía ningún elemento para saber cómo era la elección. La situación se consolidó hace unos 20 días más o menos cuando ya la secretaria de Cultura de Medellín, Amalia Londoño,  me citó a una conversación en la que me explicó los requerimientos de la dirección de estos eventos. Ahí se dió la propuesta formal que acepté.

¿Qué características cree que vieron en usted para ocupar este cargo?
Esa misma pregunta se la hice a Amalia Londoño, las características de la persona que buscaban eran: que fuera alguien que escribiera, en primer lugar, que tuviera una trayectoria en medios, cierto recorrido. Yo tengo una columna hace cerca de siete años en El Colombiano, y una en el Espectador más esporádica, en la que he hablado casi que todas las veces sobre libros, creo que ese fue un factor importante. Un segundo punto que pudo tomar relevancia pudo ser que, finalmente, más que escritor y columnista, creo que he sido un lector que no tiene ninguna capilla, es decir, no pertenezco a ningún grupo de intelectuales, ni de Bogotá, ni de Cali, ni de Medellín; soy un lector independiente.
Creo que lo que se busca en una Fiesta del Libro es que participen todas las voces, porque a veces en el gremio de los escritores hay ciertas inclinaciones, ciertas similitudes, entonces eso también fue importante. No tengo ninguna afinidad con un discurso en particular.
Por último, un tercer factor fue poder conocer, desde las entrañas, una feria como la Filbo, pienso que esas fueron las razones.
 
¿Qué experiencia en gestión cultural tiene?

Empiezo a entender las dinámicas del mundo editorial, que te lleva a esferas como el conocimiento de los editores que hay en Colombia, los pequeños y los grandes, qué hacen y cómo lo hacen, qué tipo de material publican. Otra experiencia ha sido comprender también las lógicas desde las bibliotecas, yo me formé en la Biblioteca Pública Piloto, en La Aldea, en Itagüí; en la de Envigado, y en los parques bibliotecas. Conocer lo que hacen estos lugares en la ciudad y el papel del bibliotecario, el de los distribuidores, el de todas esas personas que logran conquistar a los lectores desde las librerías.

He sido un escarbador de esos lugares, y es valioso porque reconocer ese papel del librero dentro de la sociedad que es tan importante como saber el valor de un médico o un mecánico. Porque ellos conquistan lectores y le quitan el misterio al libro, que se va a veces tan inalcanzable.

¿Cuál es el grado de independencia que espera tener como director de los Eventos frente a los deseos políticos de la Alcaldía?

Esa misma pregunta me surgió a mí, y tuve la oportunidad de hablar con el alcalde, Federico Gutiérrez, con la secretaria de Cultura, Amalia Londoño, sobre la dinámica que tendría en la Dirección, y la conclusión a la que llegamos, y que es algo que he respetado mucho desde la academia, ha sido que hay que dar discusiones, y eso va a ser lo que rija este espacio: dar discusiones argumentadas.

Yo quiero creer en esa palabra que manifiesta el alcalde, que propone un espacio donde vamos a exponer temas y a pensar en que todo esto se va a hacer en beneficio de una ciudad o de un país, finalmente no tiene sentido de subir el índice de lectura de un departamento, sino trabajar conjuntamente para subir ese índice en todo un país.

¿Con qué enfoques piensa abordar los Eventos del Libro?

Ahí el trabajo y el mérito son del equipo que ha estado lidiando con esto desde la renuncia de Juan Diego, que ya tiene un proceso adelantado y planeado para este año. En un primer momento, tendré una incidencia directa en la Parada juvenil, con algunos autores concretados, y una temática que nos acompañará en la Fiesta, que es el tema de identidades. Pero, por lo que yo vi en la programación final, ya hay un gran trabajo consolidado.

Creo que la Fiesta va por buen camino, reconozco el trabajo de los anteriores directores de los Eventos quienes han hecho el libro protagonista de la ciudad. Lo que yo quisiera aportar sería que ese protagonismo no se limitara a los días de los eventos, sino que la discusión sobre la literatura sea una constante a lo largo del año.

Otro punto que también quisiera trabajar sería la articulación entre las ferias, un trabajo mucho más de la mano, que se teja una red maravillosa entre las experiencias de Bogotá, un referente interesante, pero también las de Cali y Bucaramanga, por ejemplo. Este ejercicio ya se ha hecho pero creo que se puede explorar mucho más.

¿Usted le apuntaría más a que haya una Fiesta o una Feria del Libro en Medellín?

Yo creo en el concepto de ‘fiesta’, porque  es un concepto que ya está muy claro y enfocado a esa seducción de los ciudadanos hacia la lectura de la gente hacia el libro. La fiesta es una conquista que acerca de manera relajada, incluso desde el espacio, porque el Jardín Botánico me parece ideal.

Y es precisamente ese ambiente festivo el que permite difundir más el mundo del libro, porque a la gente le produce todavía miedo entrar a una librería, por el desconocimiento y porque, a veces, el que sabe no es humilde. Hay eruditos que miran feo cuando alguien no sabe algo, y eso hace sentir bruta a la gente. La apuesta es a que el desconocimiento no pueda vetar estos espacios, porque se tienen que fomentar esas ganas de descubrir los libros como seres que se transforman, me parece muy bonita esa figura de una familia alrededor de una biblioteca, por eso la Fiesta no puede ser entendida como un evento para unos pocos.

¿Por qué no hicieron en abril la Feria Popular Días del Libro?

No sé, justo vi el cronograma y no sé si hay alguna razón o simplemente el cronograma del año lo omitió.

¿Qué opina de que la Fiesta del libro de Medellín, justo cuando cambiaba de director, se haya presentado en Bogotá y no en la ciudad dónde se va a realizar?

La Fiesta siempre tiene un evento en la Filbo, de hecho todas las ferias tienen un espacio allí para hacer un evento, Medellín lo ha hecho desde hace varios años, y el viernes pasado se programó la presentación de la Fiesta del Libro de Medellín en la Filbo. La secretaría de Cultura consideró que era importante, aprovechando que yo estaba ahí trabajando como jefe de prensa, hacer una presentación muy sencilla, ya que se tenía un nombre. De hecho ni hablé ese día, porque lo relevante era la presentación de la Fiesta como tal. Hubo una charla, estuvieron ahí Yolanda Reyes y Piedad Bonnett y luego se hizo una presentación sobre qué va a pasar este año, una exposición muy enfocada en Días del Libro e invitados confirmados. Creo que atendió más a la coyuntura, y a poder aprovechar ese escenario de promoción.

Lea también: De nuevo El cerco de Bogotá

Contexto

¿Quién es Diego Aristizábal?
Ha sido docente de periodismo en las universidades Externado de Colombia, Pontificia Bolivariana y en la Colegiatura Colombiana. Igualmente se ha desempeñado como columnista y articulista de diarios como El MUNDO, El Colombiano y El Tiempo, en donde ha tratado especialmente temas de literatura. En 2006 ganó el concurso de literatura de la Alcaldía de Medellín, Con la pelota en la cabeza, y en 2007 ocupó el tercer puesto en el concurso del Metro de Medellín, Un cuento para tu ciudad en cien palabras. Es autor del libro Memorias de un hombre solo.

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