“Artistas para la vida”, la apuesta de Nuestra Gente

Autor: Yonatan A. Rodriguez Alvarez
7 mayo de 2017 - 02:00 PM

Tres décadas de trabajo en el barrio Santa Cruz han consolidado a Nuesta Gente como uno de los actores más potentes el proceso de transformación social que ha vivido la Comuna 2 de Medellín.

Medellín

Cuando estaba en sexto grado a Sergio González lo mandaron a la “casa de los locos”, que era como entonces llamaban en la Comuna 2 a la Corporación Cultural Nuestra Gente. Su motivación era ser actor, por eso una profesora de su colegio le recomendó asistir a la casa amarilla: “Yo siento que lo que he aprendido acá me va a servir para mucho en el futuro, así no sea actor. Porque si me vuelvo ingeniero voy a tener esa formación humana, aquí nos dicen que seamos artistas para la vida”, dijo el joven sobre su proceso en Nuestra Gente.

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Como él, otros habitantes del sector han encontrado en esta Corporación un terreno neutral en medio de las dificultades sociales. Andrés Tobón, otro de los jóvenes que participa en la logística de la corporación, señaló que su principal motivación para asistir frecuentemente a las actividades que allí realizan es poder enseñar lo que ha aprendido en su proceso: “Siento mucha confianza cuando me dejan enseñar lo que ya sé a los más pequeños, porque es como dar algo de lo que uno recibió”.

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Sobre procesos de desarrollo en los que se ven involucrados jóvenes como Sergio y Andrés pesa una amenaza latente. La extinción de las entidades comunitarias es una realidad de la que ni siquiera los 30 años de trayectoria de Nuestra Gente pueden evitar. Jorge Blandón, director y cofundador de la corporación, fue enfático al señalar que todo el trabajo que viene desarrollando en esta comuna, que fue una de las zonas más violentas de ciudad durante las décadas de los 80 y 90, sigue en la cuerda floja en tanto no se deje de lado la “excesiva demagogia” de las entidades gubernamentales ante el sector cultural.

“Es el momento de hacer cosas reales y concretas, necesitamos un apoyo real para proyectos como los nuestros. Un decreto que afecta el desarrollo de los procesos, porque el Estado es incapaz de controlar la corrupción y simplemente se limita a crear una norma que arrincona las posibilidades de desarrollo”, enfatizó Blandón al referirse al decreto 092 del 23 de febrero de 2017, que reglamenta la contratación con entidades privadas sin ánimo de lucro y exige, ente otros, que este tipo de entidades tengan en sus cuentas el 30% del valor de cada contrato al que deseen postularse.

Nuestra Gente persiste

“Las organizaciones comunitarias siempre están en crisis”, este es el diagnóstico que Erica Muriel, representante legal de la corporación, hizo del panorama actual de la entidad. “Estamos tejiendo ciudad, pero se nos presentan retos complejos, como el hecho de que nos quieran medir como una empresa, cuando lo que generamos nosotros son procesos solidarios y no dinero”.
El trabajo en red, la adopción y actualización de metodologías o el apoyo de la empresa privada han sido esos pilares que han hecho que esta crisis, que amenaza la subsistencia de este tipo de corporaciones, sea menos destructiva en uno de los momento más desafiantes por los que ha pasado esta entidad en sus tres décadas de trabajo.

Impacto comunitario

Fredy Bedoya, director artístico de la Corporación parafraseó al escritor uruguayo Eduardo Galeano al explicar cómo ha impactado Nuestra Gente al barrio Santa Cruz: “No somos ‘un espacio que rasca donde no pica’, es decir, se ha logrado hacer de esta casa un lugar vital para la vida de la gente del sector, tanto así que por acá pasan hasta los mismos actores del conflicto, no en su rol intimidatorio, sino en su faceta de padres, cuando vienen a ver a sus hijos actuar”, apuntó Bedoya, quien agregó que los jóvenes que se vinculan con los procesos artísticos y culturales “pueden ver y participar en más de 30 obras de teatro al año, esa es una experiencia estética que les abre el mundo, una experiencia desde la que parte la transformación social”.

Ante las declaraciones del director artístico de la entidad, Gleidy Holguín, trabajadora social y actriz vinculada a Nuestra Gente desde su adolescencia, resaltó que quizá el aporte más importante que busca hacer el trabajo comunitario es en el campo de los valores.

 “Yo siento que desde esta casa se ha peleado mucho el derecho a la cultura, en términos de reconstrucción de comunidad se logra desde la entrada. Pusimos a flote una isla en donde se respira un ambiente distinto en el barrio. Mientras ellos proponen miedo, nosotros proponemos teatro”, dijo Holguín, quien indicó que ni las fronteras invisibles ni las horas de queda pueden ser un obstáculo para el desarrollo de una comunidad.

Relevo generacional

Martha Gisela Echavarría es una de las fundadoras de Nuestra Gente y hasta hace poco se desempeñó como su representante legal, un papel que le transfirió a Erica Muriel por una convicción que, según ella, ha sido la clave del éxito de la corporación.

“Todo esto comenzó como como un grupo juvenil de la parroquia María Rosa Mística, y treinta años después podemos ver que logramos el sueño de nuestras vidas. Tenemos un espacio no sólo para los jóvenes, sino también para 52 abuelas que nos visitan. Y todo esto se ha podido lograr gracias a quienes han pasado por acá y nos han enseñado”.

Estudiantes, dramaturgos, espectadores y gestores culturales han sido el alma de Nuestra Gente, un proyecto que, según Gisela, transformó de manera positiva el territorio y ha creado una conciencia en la comunidad. “Es un espacio para confiar en el otro, una casa de puertas abiertas que no se pueden cerrar”, concluyó.

Reconocimientos a la Corporación

1994. Beca de Creacion en teatro, Colcultura. La Muñecas que hace Juana no tienen ojos
1997. Premio El Medellín que yo promuevo, Concejo de Medellín. Un reconocimiento al trabajo teatral en comunidad.
2000. Premio Nacional de Solidaridad. Fundación Alejandro Ángel Escobar.
2005. Distinción, Cepal y Fundación W. H. Kellogg. 100 experiencias de innovación social de América Latina y el Caribe.
2006. Premio Orquidea de Oro, Concejo de Medellín. Categoría Educación y Cultura.
2007. Reconocimiento 10 de la Cultura colombiana. Experiencias de Colombia.
2009. Distinción 10 del Cambio, Revista Cambio. Experiencias de Colombia.
2013. El Colombiano Ejemplar en la Cultura.
2015. Beca de Creación, Alcaldía de Medellín. Ventana al Cielo, una versión sobre Galileo Galilei

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