El mensaje de fe y esperanza del papa Francisco cautivó a los creyentes de la ciudad, quienes se postularon masivamente para ayudar voluntariamente en los eventos que oficiará el sucesor de Pedro.
Aproximadamente 7.540 personas se sumaron como voluntarios en Medellín, en un trabajo conjunto entre la Arquidiócesis de Medellín y de la Alcaldía, con el fin de generar una experiencia inolvidable para las personas que asisten a la visita del líder de la Iglesia, el papa Francisco, 31 años después de que su antecesor, Juan Pablo II, generó esperanza y reparación para el país, en una época en la que el terrorismo y los desastres naturales afectaron el optimismo de los colombianos.
La Administración Municipal, según lo manifestó el secretario de Participación Ciudadana, Andrés Felipe Bedoya, logró reunir 1.000 ciudadanos que desearon ser partícipes de este gran encuentro religioso.
Según Bedoya, “no fue una convocatoria muy grande, porque teníamos unos grupos objetivos como los de “boy scout”, los estudiantes de colegio y los miembros de iglesias y personas que habían participado en otros eventos de ciudad”.
Para la Administración Municipal, las principales cualidades eran que “tuvieran buenas condiciones físicas y de salud para enfrentar una jornada muy larga, desde el viernes a las 4:00 p.m hasta el sábado a las 2:00 p.m.. Se sugirió que las edades oscilaran entre 18 y 45 años. Estas personas recibirán un reconocimiento como símbolo de gratitud por parte de la ciudad”.
Por su parte, la Arquidiócesis de Medellín logró reunir a 6.540 corazones solidarizados y movilizados por el mensaje y el encuentro con el sumo pontífice, que según Leonardo Martínez García, vicario episcopal de pastoral de esta organización están compuestos por miembros de las iglesias y jóvenes miembros de grupos religiosos.
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“Nuestro grupo de voluntario está conformado por 3.000 ministros extraordinarios de la comunión, aportados por nuestras parroquias y por las diócesis vecinas, y por otros 3.000 jóvenes que hacen parte de las parroquias o grupos y 240 coordinadores. Esta cifra corresponde solo a los que apoyarán la misa campal del Aeropuerto Olaya Herrera”, expresó Martínez.
“Para esta agrupación, quisimos que fuera gente conocida y recomendada por los párrocos y que tuvieran un vínculo de la iglesia diocesana; que no vinieran autónomos”, acotó.
El evento con sacerdotes y sus familias que se llevará a cabo en la Plaza de Espectáculos La Macarena, según este miembro de la iglesia, será asistido por 300 personas, quienes ya han participado en un evento llamado Preparación para el Pentecostés, celebrado anualmente por la iglesia católica en este escenario. Para Martínez, “ellos conocen muy bien las necesidades logísticas en este lugar, la movilidad del sector y por esto son los más idóneos para este evento”.
La logística en los recorridos del papa por las calles de Medellín será asistida por las autoridades de prevención de desastres, la Policía y el Ejército Nacional.
¿Qué misión tendrán los voluntarios?
La misa campal del papa Francisco es el mayor reto logístico, por lo cual en este evento participarán los voluntarios de la Alcaldía y la Arquidiócesis.
El secretario Bedoya explicó que los voluntarios convocados por ellos brindarán información y acompañamiento para resolver cualquier duda a los asistentes que estén en las calles aledañas al Aeropuerto Olaya Herrera, lugar de la eucaristía.
Los voluntarios de la Arquidiócesis de Medellín, según Martínez, deben “orientar a los feligreses cuando estén en la pista, de modo que se ubiquen en los módulos que están dispuestos para ellos. Cuando se esté realizando la ceremonia, ellos tendrán una sombrilla con el escudo del papa Francisco, marcando los lugares en los que se dará la comunión”.
Sobre el acto público con los sacerdotes, ellos deberán atender los requerimientos de apoyo que se necesiten y acompañamiento a los asistentes.
Voluntarios quieren revivir los valores cristianos
Para Sara Gallego, sus motivaciones para participar en este evento son vivir esta experiencia histórica para la ciudad y el placer de ayudar a que las cosas funcionen y que su aporte sea significativo para el proceso.
“Los mensajes de reflexión y amor del santo padre calarán mucho en las mentes de todos nosotros”, expresó.
Por su parte, Alejandra Mejía se unió porque en su pastoral juvenil se promovió este voluntariado, ya que ayuda a que la ciudad evolucione y que los participantes crezcan a nivel espiritual.
“La visita del santo padre ayudará a que amemos más nuestra ciudad y lo que tenemos. Fortalecerá la fe y las virtudes promovidas por el catolicismo. Esto invita a que nos acerquemos a la iglesia”, comentó.