El libro que recoge la apuesta por la generación de capacidad intelectual en la ciudad, Ciudadanía antes que ciudad de Sergio Roldán, vendió en esta Fiesta del Libro todos los ejemplares de su primera edición.
Sergio Roldan presentó el libro basado en sus experiencias de recorrer la urbe para construir lo que el llama Ciudadanía antes que ciudad, y ese es precisamente el nombre del libro que en esta Fiesta del libro, que acabará este domingo, se vendió completa su edición.
El abogado de la Universidad de Medellín, magister en Derecho Procesal de la misma universidad, especialista en Planeación Estratégica Urbana de la Universidad Corporativa del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano de Barcelona-España y catedrático en grado y post-grado de un sin número de universidades en Colombia y América Latina, habló con EL MUNDO sobre su publicación.
Ciudadanía antes que ciudad es una apuesta por la generación de capacidad intelectual en la ciudad.
En las ciudades en las que hemos estado trabajando en estos últimos años, en Latinoamérica, la mayor cantidad del recursos se invierte en infraestructura, pero esa infraestructura se impone, como que no se prepara a la gente para esa infraestructura, es como si el desarrollo urbano de la ciudad dependiera de esos edificios, y no es una posición romántica sino netamente práctica.
Si el que habita el edificio no lo conoce, si el que va a vivir la intervención urbana no conoce su funcionalidad, pues o no la usa y se convierte en un territorio queluego va a generar percepción de inseguridad, “elefante blanco” como se dice en la región, o simplemente la destruye, porque no se apropia de ella.
La edición académica la hacemos Luis Felipe Dávila, doctor en Humanidades de la Universidad Eafit, y yo.
Para que tuviera peso, juntamos siete investigaciones que hicieron sobre estructuras, para nosotros importantes en formación intelectual, de algunos elementos de la ciudad de Medellín, los cuales vemos que las ciudades los quieren copiar tal cual, pero ni en Medellín hoy se pueden acomodar como se pensaron al inicio. ¿Y por qué? Porque la gente de la ciudad creció, la ciudad cambió y la mentalidad de los que crecieron también, ya no son niños ni jóvenes, son otros. Entonces, la estructura que se hace para que una ciudad funcione en un gobierno, o dos o tres, es específicamente para ese período de tiempo, no se puede aplicar eternamente; aunque, hay cosas que sí, pero la generalidad es que no.
Invitamos a Daniela Trejo, una abogada de la universidad Eafit, quien hizo en el London School su maestría; a Jorge Mario Davíla, un economista de la Universidad Nacional; a Oriana Galindo, una socióloga, magíster en estudios urbanos regionales; a Laura Upegui, politóloga; a Sara Mancera, abogada y máster en género de la Universidad de Madrid, y a Marcela García, urbanista de la ciudad de Guadalajara, quien actuó como la visión externa del proceso.
Juntamos todos esos conocimientos para mostrarle al mundo que lo que hacemos en Medellín tiene un fondo intelectual muy interesante y que si no se aplica así, se va viviendo abajo, eso es lo que nos dicen las investigaciones.
Medellín es un paréntesis, lo que pasa es Medellín es un asunto muy particular, es una referencia mundial, un ejemplo en el mundo entero, independientemente de lo que piensen los que viven aquí.
Los paisas actúan como “opositodos”, se oponen a todo, al hacer, a la silla, a la bicicleta, al carro, al aire, al cielo, a todo.
Sin embargo, así como está Medellín hoy es referente mundial en ese uni-desarrollo urbano y en construcción de ciudadanía.
Según Medellín Cómo Vamos, el tema de seguridad es un tema que hay que trabajar, es un percepción hoy que genera mucha dificultad en el ciudadano, además hay indicadores que muestran que las cosas en esa línea son para ponerle cuidado.
Sin embargo, estamos por debajo de la línea nacional y por debajo de la línea latinoamericana en ese tema; es adentro que se hace mucho ruido en eso. Hay un proceso, Medellín no era un potrero y llegó un alcalde y lo creó; ninguno de los alcaldes que ha pasado en los últimos años puede decir que hizo un proyecto interesante sin tener en cuenta a los que anteriormente gobernaban.
Me parece que Luis Pérez le dio una línea a Medellín interesante con el Metro Cable; que Sergio Fajardo puso a Medellín un racero muy alto poniéndolo en el mapa y poniendo la educación como un elemento interesante; que Alonso Salazar se trajo una estrategia de intervención para la infraestructura cultural y académica muy interesante, le puso a la ciudad muchos contextos que necesitábamos; Aníbal Gaviria hizo mucho más, él generó una ciudad basada en el esquema de la vida y la vida se respeta por encima de todo, logró una ciudad con elementos interesante y tal vez el mayor indicador en ejecución pública que ha tenido Colombia lo tiene Medellín con el gobierno de Aníbal Gaviria, y Federico Gutiérrez ha sido un alcalde que ha venido trabajando una estrategia interesante con respecto a la vinculación y a la formación ciudadana, pero, repito, ninguno de ellos puede decir que hizo todo solo y esa propuesta la tiene que entender los que viven acá.
El exalcalde Aníbal Gaviria decía que se necesitan varios buenos y sucesivos gobiernos para que funcione un proceso de ciudad, y yo creo que eso es verdad.
Junto al proceso que alguna vez inició Jaime Lerner, en Curitiba (Brasil), con las intervenciones que hicieron dos o tres alcaldes en Bogotá, queda clarísimo que las mejores obras de un gobierno las entrega el siguiente, un gobierno no termina una ciudad en tres años, porque la ciudad cambia como la gente.