Violencia hacia los maestros, una realidad constante

Autor: Diana Sofía Villa Múnera
6 agosto de 2017 - 02:00 PM

Aunque el último trabajador de la educación asesinado, el rector Manuel Jaime Arango Maya, aparentemente no murió a causa de su labor, la realidad es que tanto en Medellín como en Antioquia los docentes se enfrentan a innumerables peligros.

En lo que va corrido de 2017, 34 docentes han sido amenazados en Medellín por problemas relacionados con su labor en las aulas. En 2016 fueron 56 en total. Las intimidaciones llegan de distintos sectores, bien sea bandas al margen de la ley, los mismos estudiantes o padres de familia.

Carmen David Gómez, integrante de Adida (Asociación de Institutores de Antioquia) encargada de hacer seguimiento a los docentes amenazados, precisó que “de los 34 educadores amenazados de este año, tres han sido por grupos al margen de la ley. Los otros son por problemas de convivencia dentro de la institución con padres de familia o estudiantes, es decir, la gran mayoría de las amenazas vienen de adentro de la comunidad educativa”.

David Gómez señaló que son las comunas 1 (Popular), 2 (Santa Cruz), 3 (Manrique) y 6 (12 de Octubre) donde hay más casos de docentes amenazados. “En Medellín hacen generalmente amenazas directas, personalmente o por teléfono, no son panfletos. Los panfletos son más comunes en los pueblos”, agregó la integrante de Adida.

Esta situación tensionante la padecieron en la Institución Educativa La Presentación, de Guayabal, en abril de este año, cuando una docente y la jefe de núcleo del sector recibieron amenazas vía correo electrónico, presuntamente por la alta exigencia académica.

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Gustavo Álvarez Yepes, rector de la Institución Educativa La Presentación de Guayabal, detalló que la Secretaría de Educación de Medellín reubicó a la docente y prestó acompañamiento al establecimiento.

“No se supo quién estuvo detrás de las amenazas, pero al parecer el conflicto se ocasionó por la rigurosidad de la docente. Ese ha sido el único caso reciente de este tipo que se ha presentado en la institución, pero hace seis años amenazaron a la rectora y se tuvo que ir”, señaló el rector.

Álvarez Yepes lamentó que la principal solución en estos casos sea el traslado del docente, ya que “si cualquiera quiere el puesto de uno, lo amenaza, la Secretearía se lo lleva y hasta ahí llega la investigación”.

Por su parte, Gonzalo Hoyos Alzate, vicepresidente de Adida, explicó que generalmente “el docente en riego es sacado de la zona o subregión, pues lo que buscan es mandarlos a lugares donde no haya presencia del grupo armado que los amenaza”.

 Asimismo, Hoyos Alzate explicó que “la profesión docente está catalogada como riesgosa porque muchos educadores asumen un papel protagónico, de liderazgo en su comunidad y esto tiene repercusiones de sectores que ven al maestro como alguien que les está disputando la parte política de las comunidades. Y más en este momento cuando hay diferentes grupos armados como bandas, grupos paramilitares y otros actores al margen de la ley que ven con celos a los educadores líderes”.

Si los riesgos de los educadores de por sí son altos, aquellos que cumplen una labor sindical son los más golpeados, pues generalmente las intimidaciones no se quedan en amenazas sino que se materializan en asesinatos.

Así lo explicó Fabio Arias, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores –CUT –, quien señaló que en los últimos 30 años 1.100 maestros han sido asesinados en Colombia por su labor sindical. “Es el sector más afectado, obviamente por su extensión, porque han estado en todos los territorios y eso les ha ocasionado riesgos muy grandes que desafortunadamente han pagado con la vida”, expuso.

 

Una vida entregada a la labor docente

El homicidio del rector Manuel Jaime Arango Maya, el pasado jueves 27 de julio, conmovió profundamente a la comunidad educativa de Medellín. El alcalde Federico Gutiérrez prometió capturar a los autores del crimen con prontitud.

De acuerdo con las primeras hipótesis, el asesinato del rector de la Institución Educativa Rafael Uribe Uribe de Medellín, ocurrido el pasado 29 de julio, no fue en razón de sus labores sino con motivo de robarle la moto en la que se desplazaba.

En el homenaje realizado en el Parque de Las Luces el pasado lunes, sus compañeros de trabajo y los estudiantes del colegio lo recordaron como una persona comprometida con la calidad de la educación, cariñoso y paternal con los estudiantes.

Su hermana, Sandra Elisa Arango Maya, recordó que a él “le encantaba ser maestro y ese es el mayor legado que nos ha dejado”. Igualmente, señaló que “la vida de Manuel Jaime es el reflejo de una consagración a la educación como motor transformador, como instrumento de paz y portador de sueños”.

Arango Maya ejerció por más de 20 años la docencia, tanto en escuelas públicas o en la universidad privada. Desde 1995 hasta el primer semestre de 2016 dictó clases de matemáticas, álgebra, estadística, trigonometría, entre otras, a profesionales de diversas carreras de la Universidad de Medellín.

Le puede interesar más contexto: "Asesinaron a Manuel Jaime Arango, rector de IE Rafael Uribe Uribe".

Su crecimiento profesional estuvo siempre ligado a este universidad de donde se graduó como Licenciado en Matemáticas, luego hizo una especialización en Gestión Curricular como factor de Desarrollo Humano y hasta el día de su muerte cursaba tercer semestre de la Maestría en Educación allí mismo.

En el Rafael Uribe Uribe fue profesor de matemáticas y desde hace dos años, tras ganar el concurso docente, se desempeñaba como directivo de la institución, desde donde tenía como meta hacer del colegio uno de los mejores de Medellín, mejorar en las Pruebas Saber y promover la investigación escolar desde primero a undécimo.

Laura Vásquez, rectora de la Institución Educativa Santa Rosa de Lima y compañera de Manuel Jaime Arango cuando cursaban ambos la licenciatura a finales de los años 80, lo recordó como “un muchacho alegre, muy inteligente, con mucho ímpetu, con una energía muy bonita. Su sueño siempre fue ser docente y se dedicó exclusivamente a eso durante toda su vida. Él hizo todo el recorrido: fue profesor, coordinador y luego rector”.

Samuel Zea, estudiante de la I.E. Rafael Uribe Uribe, aseguró que para él el rector era un papá y agregó: “Dijo el alcalde que dejó dos hijos pero para mí dejó a 1.200 estudiantes. Fue una gran persona y me dio pesar”.

En entrevista con el periódico EL MUNDO el 2 de junio es este año, Arango Maya explicó que veía  la investigación escolar y el fomento de la ciencia como un camino para desarrollar el potencial inimaginable de los estudiantes.

Sobre esos niños y jóvenes que el lunes pasado se atestaban para poner flores y prender veladoras en honor a su rector asesinado, dijo él: “estoy seguro de algunos de estos estudiantes van a llegar a ser grandes científicos, pero ese no es el objetivo; el objetivo es mostrarles posibilidades distintas, que la escuela sea un espacio agradable y que puedan ser felices”.


En Antioquia, el panorama no es distinto

Según cifras de la Secretaría de Educación de Antioquia, en lo corrido del año cuatro docentes han sido amenazados en los 118 municipios que dependen de esa entidad territorial, mientras que en 2016 fueron nueve.

Esta cifra corresponde al total de docentes que fueron atendidos en el Comité de Educadores Amenazados y Desplazados del departamento, por lo que el número podría ser más alto si se tiene en cuenta que hay docentes que prefieren no denunciar para no ser trasladados y se acogen a las exigencias del victimario para no trascender el problema.

La docente Natalia Galvis fue víctima de amenaza en el municipio de Jardín por lo que tuvo que salir desplazada y desde mayo está esperando que la reubiquen en otra subregión para poder seguir ejerciendo.

“Empecé a recibir notas de amenaza escritas a mano, con palabras soeces, que insinuaban que me tenía que ir del municipio porque si no iban a atentar contra mi vida. Recibí cuatro notas de esas en un periodo de tres semanas. Hice las denuncias en la comisaría y personería del municipio y en la institución porque yo sospechaba que era de parte de una estudiante que tenía un comportamiento agresivo, faltas disciplinarias y perdió la materia. Pero en clase nunca tuvimos ningún inconveniente, ni manifestó nada”, relató la educadora.


Otros golpes a la educación

Durante el paro minero que se efectúa en los municipios de Segovia y Remedios, la tienda del plantel educativo fue saqueada, quebraron ventanas y quemaron pupitres.

Estos actos violentos ocasionaron que el Secretario de Educación del departamento, Néstor David Restrepo Bonett, emitiera una resolución de interrupción de las clases tanto en Remedios como en Segovia, que deja a 12.000 estudiantes afectados.

En un comunicado la Secretaría señaló: “hacemos un llamado a las autoridades y a la sociedad antioqueña, para que protejamos y respetemos a nuestros niños, niñas y jóvenes, y no permitamos que actos violentos como estos vulneren el derecho fundamental a la educación e impidan el normal desarrollo de los procesos de aprendizaje de nuestros estudiantes”.

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