Pese a la tensión que hay entre Corea del Norte y Estados Unidos, el vicepresidente del país norteamericano visitó la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, visitó este domingo la zona desmilitarizada (DMZ) que separa a las dos Coreas en un momento de máxima tensión con la del Norte debido a sus repetidos ensayos armamentísticos.
A escasos metros de la tensa frontera con Corea del Norte, Pence subrayó nuevamente la importancia de la alianza de Washington y Seúl y la “determinación del pueblo y el presidente estadounidenses” para solventar la situación “a través de medios pacíficos, a través de negociaciones”.
No obstante, el número dos del Gobierno Trump recordó que la “paciencia estratégica” de EE.UU. se ha agotado y que “todas las opciones están sobre la mesa” para lograr la desnuclearización de la península coreana, en una nueva insinuación de que la vía militar es una posibilidad si Pyongyang tensa demasiado la cuerda.
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Así fue la visita
Pence fue trasladado desde el centro de Seúl (a unos 50 kilómetros al sur de la DMZ) en un helicóptero militar Blackhawk hasta tocar tierra en Camp Bonifas, que debe su nombre a uno de los dos soldados de EE.UU. a los que mataron tropas norcoreanas en un incidente acaecido en la zona desmilitarizada en 1976.
La DMZ es una franja de cuatro kilómetros de ancho plagada de minas que recorre la frontera entre ambos países -que técnicamente siguen en guerra desde hace más de 65 años- y el único punto donde tropas de Norte y Sur se ven cara a cara, lo que hace palpable la tensión entre Pyongyang y Seúl.
Horas antes de que Pence tocara tierra el domingo, Corea del Norte intentó lanzar sin éxito un misil balístico que estalló tras ser disparado, en lo que supone el enésimo ensayo armamentístico del régimen de Pyongyang en el último año.
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A raíz de otro misil lanzado el pasado 5 de abril por el hermético país comunista, el Pentágono decidió enviar a la península al portaaviones nuclear USS Carl Vinson y a su grupo de ataque.
A este panorama de gran tensión se une la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-un decida realizar en los próximos días una prueba atómica. Fotos recientes indican que todo está listo en su base nuclear para ejecutar una-, un gesto que podría aumentar enormemente el nerviosismo que se respira en la región.