Viajar es el remedio para todo, para hacer conciencia de que existen mil formas de vivir y de pensar, que todas son válidas, y que todas necesitan el máximo respeto y tolerancia.
Los aeropuertos de las principales ciudades fueron esta vez los más ocupados en esta operación retorno. En el 2016 casi 36 millones de personas se movilizaron en avión, (Aerocivil, 2016) y para este primer semestre del 2017, fue nuevamente el modo de transporte de mayor uso en la temporada de vacaciones. La organización de aviación civil internacional, OACI, en su informe anual anuncia el 7,4% de crecimiento con corte a diciembre 31 de 2016. En el escenario local, Rionegro registro casi 7 millones de usuarios del transporte aéreo también durante el 2016.
El caso es que el ingreso de aerolíneas de bajo costo, más los precios competitivos que han implementado algunas otras, en muchas ocasiones se han puesto en el mismo nivel de precios que las empresas de transporte terrestre, generando una dinámica de consumo de los servicios aéreos, aeropuertos y todos los anexos que implican viajar desde una terminal aérea.
Dicen que uno de los más grandes incentivos que se le puede regalar a la vida monótona es viajar, y para mí uno de los mayores aportes a la construcción de ciudadanía.
Viajar es el remedio para todo, para hacer conciencia de que existen mil formas de vivir y de pensar, que todas son válidas, y que todas necesitan el máximo respeto y tolerancia, que hay un sin número de culturas y que acercarse a ellas abre positivamente la mente y redefine las estructuras intelectuales para entender el mundo mirado desde otras posiciones. Viajar es un regalo que hace que todo lo que se vive quede adentro, que todo se quede puesto, y en ese sentido, cada informe de la Aerocivil anunciando el incremento de los viajes en avión de los colombianos es un indicador de crecimiento como ciudadanos.
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Para el primer trimestre de este año ya se había reportado más del 5% de tráfico internacional con respecto al año anterior, superando incluso el crecimiento de la movilidad aérea doméstica, otra gran razón para certificar que el turismo no es un asunto secundario, que las personas están invirtiendo en viajar, en probar nuevos sabores, en acercarse a la naturaleza, y a las grandes urbes. Pienso que la sensibilidad que da el viajar no se puede adquirir de otra manera, hacerse más sensible a las personas, entender que es posible pensar distinto y darse la oportunidad de hacerlo, obtener recursos para crear, para comunicarse, para desprenderse de tantas cosas que sobran y que hacemos indispensables. Con mucha razón dice el dicho: Si algo bueno te pasa viaja para celebrar, si algo malo te pasa, viaja para olvidar, si nada te pasa, viaja para que algo te pase.