Escoger universidad nunca ha sido una decisión fácil. Tampoco lo es ahora cuando las posibilidades de estudios se extienden alrededor del mundo y las universidades extranjeras cautivan a estudiantes colombianos para ingresar como aspirantes al título en sus campus.
Pensar en que países como Francia, Nueva Zelanda y Canadá envían funcionarios pagados por sus gobiernos a Colombia para buscar personas que quieran estudiar en sus países no deja de levantar suspicacias en algunos, pues como reza el adagio popular ‘de eso tan bueno no dan tanto’. No obstante, está pasando y, aunque el flujo de personas que salen del país a estudiar ha sido siempre constante, actualmente pareciera más fácil cursas estudios en otros países.
Entre las razones de los gobiernos y universidades para atraer talentos de otros países hacia sus centros educativos está la diversidad cultural de sus campus, un factor importante para las universidades internacionales, que es tenido en cuenta por rankings para posicionar los campus. Asimismo, la mayoría de las veces buscan estudiantes específicamente en ciertas áreas académicas, en las cuales hay alta demanda que no alcanza a ser suplida por los jóvenes nacionales.
Alexis Carriere, delegado del Institut Mines-Télécom (IMT), un grupo de escuelas públicas de ingeniería en Francia, está radicado en Medellín con el propósito de buscar estudiantes y consolidar alianzas con universidades colombianas. Desde hace dos años hacen exámenes en Medellín para los estudiantes que estén buscando cursar maestrías en ingeniería.
Carriere aseguró que “no es solo altruismo. Detrás de esto está la idea de que esta plata que se está invirtiendo en los estudiantes extranjeros, algún día beneficiará al país. Por ejemplo, un estudiante que hizo su carrera en Francia es probable que cuando sea el director de una empresa o alcalde de una ciudad tenga en cuenta empresas francesas para hacer negocios o proyectos, porque conoce el idioma y conocen la calidad de las empresas de allí”.
Por su parte, Javiera Visedo, gerente de Desarrollo de Mercado de Education New Zealand, la oficina de educación internacional del gobierno de Nueva Zelanda, contó que están concentrados en cautivar estudiantes colombianos porque “hemos visto que por tradición los estudiantes de este país han estudiado en el extranjero. El mismo presidente Santos estudió afuera. Está en su ADN. Por eso los buscamos, además los estudiantes de aquí tienen buen nivel académico y aportan en Nueva Zelanda a la diversidad cultural y al ambiente. Además, con la Alianza del Pacífico, Nueva Zelanda se ha convertido en un Estado asociado y se ha empezado a discutir un TLC. Por lo tanto, los dos países están buscando fortalecer sus lazos”.
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Por el lado de los estudiantes, son otras las razones que los impulsan a buscar oportunidades académicas fuera del país. De acuerdo con Adriana Lopera, directora Comercial de la agencia Study Union International, las principales motivaciones son la necesidad de globalizarse y de aprender un idioma extranjero.
Lopera aseguró que los destinos tienen auges por temporadas: “Hace más o menos siete años, Londres tuvo un boom que fue básicamente porque se podía trabajar legalmente mientras estudiabas. Además el deseo de conocer Londres y de vivir en un país tan importante como Inglaterra motivó a muchos colombianos a ir allá. En este momento está muy de moda Australia, porque es un país que acoge muy bien a los colombianos, da permiso de trabajo medio tiempo mientras estudian, entonces permite mejorar la experiencia no solo académica sino también laboral”.
Otros destinos que también tienen mucha acogida para los colombianos son España y Canadá. La directora comercial de Study Union International señaló que España llama la atención, aunque no tiene el plus del bilingüismo, sobre todo para estudiantes de maestría y doctorado, ya que es muy fuerte en educación superior y los costos son muy asequibles a los colombianos.
Según Lopera, el factor diferenciador de Canadá es que los colombianos se sienten muy bien recibidos y el choque cultural no es tan fuerte, esto “por el civismo, la calidad de la gente, hay poca xenofobia y son muy respetuosos de las culturas del mundo”.
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La parte económica es uno de los mayores frenos o impulsos para decidirse a estudiar afuera. Para quienes tienen presupuesto para estudiar en prestigiosas universidades privadas, puede resultar, en algunos casos, incluso más favorable hacer sus estudios en el exterior. Mientras que, para quienes no cuentan con recursos, solo pensar en los tiquetes o en la inversión que hay que hacer para certificar el manejo de una lengua extranjera, pueden ser los factores para dejar la posibilidad de lado.
La lista de costos incluye pasajes, manutención, matrícula, valor de papeles y certificados, mantenimiento, expedición de la visa, entre otras.
El delegado del Institut Mines-Télécom expuso que las escuelas de ingeniería en Francia valen en promedio €700 al año, pero IMT es más costoso por integrar a las más prestigiosas. En promedio vale €4.000 al año.
La visa de estudiante de Francia permite trabajar hasta 25 horas semanales. Además, durante las maestrías los estudiantes hacen dos prácticas que son remuneradas.
No obstante, Carriere aseguró que esa inversión puede recuperarse rápidamente porque “el salario promedio de los ingenieros egresados del MIT es de €38.000. Es decir, si vas a estudiar un posgrado en Francia y gastas €8.000 de matrícula, €4.000 por año y aproximadamente €20.000 en manutención, la inversión puede recuperarse en un año”.
Entretanto, en Nueva Zelanda, aunque la educación es pública como en Francia, el costo de una matrícula de pregrado puede estar en $30 millones al año y una maestría puede valer $58 millones anualmente.
Visedo resaltó que las carreras de pregrado en este país de Oceanía tienen una duración promedio de tres años, “entonces si haces la conversión con una universidad colombiana, donde la carrera dura cinco años, este es un costo razonable porque las ocho universidades de Nueva Zelanda están en el top 500 del ranking QS. Además el título que obtienen es válido en más de 60 países del mundo”.
Por su parte, los estudiantes internacionales de doctorado en Nueva Zelanda cuentan con otras ventajas como un subsidio del gobierno neozelandés, que rebaja a un tercio el costo anual de matrícula hasta dejarlo aproximadamente en $12 millones. Además su pareja puede obtener visa de trabajo y sus hijos pueden estudiar en los colegios estatales sin costo.
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Luz Adriana Bustamante, estudiante de maestría en psicología clínica en la Universidad de Estrasburgo, en Francia:
“Estudiar en Francia no fue mi primer plan. Yo quería estudiar en la Universidad Javeriana desde pequeña pero antes de comenzar decidí irme a donde una tía a Suiza a aprender Francés. Escogí Francia cuando me di cuenta que la universidad pública aquí es casi gratis (€400 al año).
Hice cuentas y vivir en Bogotá podía ser tan caro como en Francia, entonces fue más una razón económica que una razón pensada en un programa de estudios. Para estudiar acá es necesario un nivel de francés B2 mínimo y creo que nada más, pero no es poco.
Las clases aquí son diferentes que en Colombia, somos 600 personas en un anfiteatro tomando nota y si no entiendes bien el idioma es muy difícil concentrarse y mantenerse al día. Además los exámenes son escritos, y la ortografía como la redacción son tan importantes como el contenido.
Para la manutención se necesitan como mínimo €350 mensuales en Estrasburgo, pero en París es el doble. Cuando empecé creía que aquí iba a conocer otra cosa, otro mundo, pero terminé conociéndome a mí misma, mis raíces y mi país. Es verdad que conozco otras culturas y otros idiomas, pero aquí aprendí a amar mi tierra, mi comida y mi identidad”.